Roberto González, por Alfonso Romo
Roberto González Barrera dignificó e internacionalizó la tortilla y llegó a ser el banquero más importante del país. Es el ejemplo de lo que se puede ser cuando se quiere.
Es un empresario cuyas creencias se ven en todo lo que hace. Lo conocí a finales de la década de los 70 cuando hicimos negocios por primera vez y desde entonces me demostró el valor de su palabra. Por encima de firmas o contratos, confía en las personas.
Años más tarde, me invitó al consejo de Gruma donde me ha compartido su visión para mejorar a México.
Es un amigo genuino. Cuando tuve problemas él era uno de mis banqueros importantes, le llamé para decirle que no tuviera duda en que le pagaríamos y me dijo: "Poncho, yo creo en tu palabra y con eso me basta".
Y nunca me hizo tortuosa la administración. En momentos de crisis muchos se olvidan de uno, pero don Roberto nunca se olvidó.
Es un mexicano convencido de que la actividad empresarial lleva al desarrollo económico y social del país. En el campo ha impulsado el cultivo de maíz y la creación de fuentes de trabajo.
Es muy generoso y, sin muchos protocolos, respalda distintas causas desde instituciones educativas hasta organizaciones culturales y sociales.
Lo considero un líder empresarial de nivel mundial, un mexicano ejemplar y un buen amigo.
*Alfonso Romo es presidente del Grupo Plenus.
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