Bhutto busca ayuda internacional
La ex primera ministra pakistaní Benazir Bhutto solicitó el domingo al Gobierno que busque ayuda internacional para investigar el ataque suicida de la semana pasada, ocurrido en Karachi durante una caravana por su regreso al país tras ocho años en el exilio.
Dos explosiones provocaron la muerte a 139 personas temprano el viernes mientras Bhutto circulaba por las calles de Karachi, llenas de seguidores que le daban la bienvenida.
Nadie se adjudicó la responsabilidad por el ataque, pero el Gobierno sospecha que militantes vinculados a Al Qaeda, asentados en la frontera afgana, son los responsables.
Los militantes han llevado a cabo una serie de ataques similares contra las fuerzas de seguridad y otros blancos, provocando la muerte de cientos a personas en los últimos meses.
“Queremos que el Gobierno de Pakistán busque asistencia de la comunidad internacional. Tienen conocimiento sobre el terrorismo para investigar ataques de esta naturaleza”, dijo a periodistas tras asistir a una ceremonia de oración musulmana por las víctimas.
Aunque Bhutto también sospecha que militantes islámicos estuvieron detrás del ataque, también alude a la participación de elementos no especificados de agencias de seguridad, por fomentar tales actos de violencia.
Bhutto contó que antes de su regreso a Pakistán escribió una carta al presidente Pervez Musharraf citando al menos a tres personas que dijo podrían estar involucradas en ataques contra ella. No dio sus nombres.
“Partidarios de militantes y de Al Qaeda están resueltos a detener la democracia porque no quieren que una mayoría moderada alcance el poder”, manifestó.
Más temprano, Bhutto realizó una sorpresiva visita a un hospital de Karachi, para conocer a algunas de las más de 300 personas heridas tras el ataque, dijo una portavoz de su partido político.
Cientos de miembros de la facción realizaron oraciones por los muertos en Karachi.
La policía declaró que tenía varias pistas y que está haciendo progresos, pero no quiso dar detalles. El sábado, difundió una fotografía del rostro de un supuesto atacante suicida y ofreció una recompensa a quien pudiera identificarlo.
