Náufragos del Explorer llegan a Chile
Los últimos sobrevivientes rescatados de un crucero de lujo que se hundió el viernes en las heladas aguas antárticas llegaron el domingo al sur de Chile, visiblemente preocupados pero felices de estar con vida.
El capitán Bengt Wiman, a cargo del accidentado buque Explorer, decendió desde el avión Hércules C130 en Punta Arenas y saludó a las personas que se encontraban en el sector, antes de entrar al aeropuerto de la ciudad.
El resto del grupo, principalmente miembros de la tripulación y los pasajeros más jóvenes de la nave canadiense, apareció después de él en vestimenta prestada, demacrados y sin hacer comentarios.
"Este es el último grupo. Todos se encuentran bien, en buen estado y con buen ánimo, y fueron llevados a su hotel", dijo el portavoz de la fuerza aérea chilena, Reinaldo Neulling.
La llegada de los pasajeros marca el final de una odisea que comenzó cerca de la medianoche del jueves, cuando su pequeña nave chocó con un témpano y se hundió en las heladas aguas oceánicas.
Más de 150 personas, entre pasajeros y tripulación, resultaron ilesos luego de ser evacuados por los salvavidas desde el buque Explorer, de 38 años de antigüedad, que resultó accidentado cerca de la isla Rey Jorge, en la Antártica.
Los náufragos pasaron la mayor parte de esa noche en botes salvavidas antes de que un buque noruego de pasajeros los rescatara y trasladara a la base aérea chilena Eduardo Frei, en la Antártica, donde debieron esperar que el clima fuera propicio para la aeronave que los trasladaría a Chile.
Los sobrevivientes fueron llevados a Punta Arenas en dos grupos. El primero llegó al país en la tarde del sábado, y estaba compuesto principalmente por pasajeros.
El segundo grupo debió pasar otra noche en la base antes de volar a Chile, el domingo.
