De la playa … a la pista de hielo en DF
La populosa Ciudad de México, que meses atrás contó con playas artificiales para mitigar el calor, tiene ahora una monumental pista de hielo en su principal plaza, el Zócalo, el corazón del Centro Histórico.
La pista, de 3,200 metros cuadrados, abrió el domingo al público en medio de una gran curiosidad y expectación de capitalinos que hacían largas filas. Incluso, algunos de ellos durmieron al aire libre cerca de la pista para ser los primeros en enfundarse los patines.
Esta es la primera vez que los habitantes del Distrito Federal pueden deslizarse sobre hielo en una pista colocada en el Zócalo, rodeado por el Palacio Nacional, la Catedral y la alcaldía capitalina, y sede de grandes concentraciones populares y mítines políticos.
"Vamos a venir hasta que se deshaga el hielo", dijo Mario Huerta, de 17 años de edad, citado por el diario Reforma.
La pista, que estará abierta durante todas las fiestas de fin de año hasta enero y cuyo ingreso será gratuito, fue inaugurada el sábado en la noche con llamativos reflectores, fuegos artificiales, espectáculos de patinaje artístico y deportivo, y con la asistencia de miles de personas.
La gran mayoría de los 107 millones de mexicanos, de los que la mitad viven en la pobreza, nunca ha patinado en pistas de hielo. La Ciudad de México y su zona metropolitana tiene más de 18 millones de habitantes.
Es "como si estuviéramos en París o Nueva York, nada más que más bonito", dijo hace unos días el jefe de Gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, cuando se empezaba a montar la pista.
La construcción de la pista de hielo recibió críticas de quienes consideran que el dinero que el Gobierno gastó debería haberlo destinado para obras sociales. Un 60% de capitalinos consultados en un sondeo del diario El Universal dijo estar en desacuerdo por ser un gasto innecesario.
Las autoridades han dicho que la mayor parte de los 16 millones de pesos (1.5 millones de dólares) de los fondos para la construcción y mantenimiento de la pista fueron donativos o patrocinios de una veintena de empresas.
La pista forma parte de una serie de actividades de esparcimiento público, que incluyeron en la primavera varias playas artificiales en la capital, enclavada en un valle y situada a varias horas de los principales destinos turísticos.
