Fujimori se deslinda de grupo asesino
El ex presidente Alberto Fujimori negó el miércoles que haya conocido de la existencia de un escuadrón que perpetró matanzas durante su gobierno, al ser interrogado en la segunda audiencia del juicio que se le sigue por delitos de asesinato y secuestro.
''No, nunca. Jamás'', dijo Fujimori categóricamente, al preguntarle el fiscal José Peláez si durante los cinco meses que vivió en un cuartel del ejército, donde el grupo militar Colina tenía sus oficinas, había tomado conocimiento o escuchado de la presencia de ese grupo.
Fujimori, de 69 años, es acusado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, perpetradas por Colina, que actuaba bajo órdenes directas de Vladimiro Montesinos, entonces jefe de facto del Servicio Nacional de Inteligencia (SIN), y de ser hallado culpable podría ser condenado a 30 años de prisión.
Al preguntársele a Fujimori cómo es que firmó una carta en la que felicitaba el trabajo de algunos miembros del ejército, entre los que se encontraban integrantes de Colina, el ex presidente reconoció su rúbrica, pero aseveró que no recordaba ese documento en particular, pues diariamente firmaba ''cientos'' de ellos.
La carta, que tiene fecha anterior a las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, es una de las pruebas presentadas por la fiscalía para afirmar que Fujimori estaba al tanto de las actividades ilícitas de Colina, que desarrolló una guerra clandestina sucia en el combate contra los grupos subversivos que asolaban Perú en los años 90.
Fujimori lucía de buen talante y sonriendo por momentos, un día después que fuera condenado a seis años de prisión como instigador del delito de usurpación de funciones, luego de un juicio sumario por haber ordenado a un militar que fungiera de fiscal y allanara sin una orden judicial el domicilio de la esposa de Montesinos el año 2000.
El ex presidente es procesado en una sala judicial de la Dirección de Operaciones Especiales de la policía, donde se encuentra recluido desde su arribo a Perú extraditado desde Chile, el 22 de septiembre.
Fujimori explicó que al inaugurar su gobierno, en julio de 1990, encontró al país ''desangrándose'', sufriendo una escalada de ''coches bomba, asesinatos selectivos, apagones, y paros armados'' instigados por el grupo subversivo Sendero Luminoso.
En esa situación dijo que su labor fue ''tomar decisiones políticas para aplicar directivas''.
''Yo no ordeno, yo daba directivas para hacer una inteligencia efectiva'', sostuvo en relación a las primeras acciones adoptadas en la lucha contra el terrorismo cuando asumió el poder.
Además dijo que descubrió que las labores de inteligencia eran dispersas, pues los órganos de inteligencia de los institutos armados y la policía actuaban independientemente, por lo que resolvió la unificación de esas entidades.
''Qué mejor que un servicio de inteligencia nacional que pudiera tener el apoyo directo de la presidencia de la república, de los altos mandos militares para un fin, derrotar a Sendero Luminoso...'', dijo.
Sobre Montesinos, actualmente preso y quien será uno de los testigos en el juicio, Fujimori señaló que no le unió a él ninguna amistad, sino solamente ''un vínculo jerárquico funcional''.
Fujimori también enfrenta otros procesos por haber pagado ilegalmente 15 millones de dólares a Montesinos para que se alejara del gobierno, por soborno de congresistas, por interceptación telefónica y por mal uso de fondos públicos.
El ex gobernante huyó del país en noviembre del 2000 hacia Japón, cuando un gran escándalo de corrupción envolvió a Montesinos y causó el derrumbe de su gobierno.
Amparado en su nacionalidad japonesa vivió en Tokio hasta noviembre del 2005, cuando dejó ese país con rumbo a Chile, en un intento por retornar a Perú, para postularse en las elecciones presidenciales del 2006.
Pero en Chile fue detenido a pedido del gobierno peruano que pidió su extradición.
