Miss México cambia vestido por violento
Miss México está rediseñando el vestido que lucirá en el certamen Miss Universo, no porque sea demasiado ceñido o escaso, sino porque es demasiado violento.
El traje largo con cinturón de balas, decorado con bosquejos de ahorcamientos por el levantamiento católico en México en la década de 1920, indignó a mexicanos que lo catalogaron de mal gusto e inapropiado para el máximo concurso internacional de la belleza.
Los críticos sostienen que el vestido glorifica la violencia en un país aquejado por los enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes, responsables de una ola de asesinatos y decapitaciones en todo el país.
Los diseñadores que ayudaron a seleccionarlo de entre 30 propuestas lo defendieron argumentando que querían algo que representara la cultura y la historia nacionales.
''Hay que pensar también en que sea un vestido cuyo primer impacto haga pensar en México'', dijo Héctor Terrones, miembro del comité de selección, al periódico La Jornada. ''Debe llamar la atención en cuanto a diseño; tiene que impactar, básicamente, y sin dar demasiada información que hable de México''.
Pero muchos opinan que se fue demasiado lejos y se metió el dedo en la llaga en medio de nuevas preocupaciones de que la iglesia católica se esté entrometiendo en la política al presionar en contra de una propuesta para legalizar el aborto en Ciudad de México.
Confeccionado en manta, un algodón natural tradicional, el traje muestra escenas de la Guerra Cristera, un levantamiento de rebeldes católicos contra el gobierno secular de México a fines de los años 20.
El vestido desató un torbellino de críticas y La Jornada, un diario de izquierda, lo tuvo en primera página con primeros planos de los bosquejos ofensivos.
Ya enfurecidos por la fuerte postura de la iglesia hacia la propuesta de ley de legalizar el aborto, muchos izquierdistas se quejaron de que el diseño era otra señal de que los curas se están metiendo nuevamente en los asuntos nacionales.
''Me parece inapropiado, las imágenes de la Guerra Cristera que costó muchas vidas y fue inútil'', dijo Guadalupe Loaeza, una escritora mexicana.
Miss México, Rosa María Ojeda, presentó el vestido el 29 de marzo en una ceremonia, exhibiendo la falda criolina adornada con dibujos de rebeldes católicos ahorcados de postes o parados frente al paredón esperando ser fusilados. Rosarios y escapulatos guindaban de su cinturón de balas y la Miss completó el atuendo con un gran crucifijo colgado de su cuello, un corpiño negro y un sombrero de ala ancha.
Los representantes de Ojeda no respondieron llamadas en busca de comentarios, pero enviaron un comunicado la noche del lunes declarando que ''atenta a las inquietudes que han surgido en torno al diseño del traje típico que portara la representante mexicana en el certamen Miss Universo 2007, la Organización Nacional de Nuestra Belleza México ha decidido modificar el diseño de ese atuendo''.
No proporcionaron más detalles, y dijeron que la diseñadora del traje, María del Rayo Macías, lo presentaría nuevamente cuando estuviera listo. Del Rayo Macías no pudo ser ubicada para obtener su comentario.
La vocera del certamen Esther Swan dijo que no existen reglas en cuanto al diseño de los trajes, mas que de decencia, pero que el director del concurso en México se había hecho cargo del asunto.
Algunos dignatarios de la iglesia mexicana también se ofendieron y señalaron que el uso de la guerra y su derramamiento de sangre como declaración de moda es irrespetuoso para los miles que murieron, muchos de los cuales llegaron a ser santificados.
Rara vez se habla hoy de este conflicto que cobró decenas de miles de vidas. Muchos lo consideran un recuerdo doloroso del otrora descomedido poder que la iglesia católica tenía en México.
Por siglos, la iglesia influyó fuertemente sobre el gobierno del país y le negó certificados de nacimiento, defunción o matrimonio a quienes no fueran católicos. El presidente Benito Juárez impuso reformas que separaron a la iglesia del estado en la década de 1860.
''No es conveniente para México que en un evento internacional de la envergadura de Miss Universo se recuerden hechos tristes y lamentables de nuestra historia'', dijo a La Jornada el monseñor Felipe Arizmendi Esquivel. ''Este traje típico alude a hechos que nos abrieron graves heridas como pueblo''.
