Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Holanda cuidará la venta de marihuana

Ahora los ‘coffee shops’ tomarán huellas dactilares y escanearán los rostros a sus clientes; la medida es para demostrar que no venden cannabis a menores de edad o más de 5 gramos de ella.
vie 22 junio 2007 02:04 PM
Sin Pie de Foto
Un agente aduanal perdió el rastro de un paquete de mariguan

Comprar cannabis o marihuana en la ciudad holandesa de Maastricht pronto significará que le tomen las huellas dactilares, le escaneen la cara y graben sus datos biométricos.

Los 15 'coffee shops' de la ciudad del sur de Holanda están gastando unos 134,000 dólares en un sistema de seguridad que hará que sea más difícil que un menor entre en el local a que un terrorista ponga un pie en Europa, según Marc Josemans, responsable del sindicato local de estos establecimientos.

"Nos avergüenza este ataque contra su privacidad", dice un folleto explicativo sobre el sistema, que entrará en vigor en septiembre.

Sin embargo, los 'coffee shops' se enfrentan a una continua lucha para demostrar que no venden a menores de 18 años o más de 5 gramos de cannabis al día a cualquier individuo. Si no pueden, se arriesgan al cierre.

"Si viene un chico de 17 años, enseña el carné de su hermano mayor muy parecido a él y después la policía le pilla con cannabis comprado en nuestro establecimiento, tenemos que demostrar que él violó las normas, no nosotros", dijo Josemans.

La marihuana es teóricamente ilegal en Holanda, pero ha sido tolerada en pequeñas cantidades desde los setenta.

Publicidad

A los clientes de Maastricht les escanearán las huellas y la cara. Los resultados serán comparados con datos almacenados y, si todo concuerda, podrán entrar en el 'coffee shop'.

No se almacena ningún nombre o dirección, y los detalles sobre la cantidad de cannabis comprada cada día sólo se guardarán hasta medianoche.

La información es completamente segura, según los propietarios de 'coffee shops'.

Sin embargo, Josemans reconoce que al 90% de sus clientes no les gusta el sistema y espera que las nuevas medidas perjudiquen las ventas al principio.

"No me gusta que registren lo que compras, es demasiado Gran Hermano", dijo Barry, de 34 años. "Pero una huella dactilar está bien".

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad