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Cuba busca alternativas alimentarias

La producción de la isla es no basta, y la comercialización es deficiente, admite el vicepresid actualmente, Cuba gasta 1,600 mdd anuales en importación de alimentos, la tercera parte viene d
vie 29 junio 2007 04:37 PM
Los cubanos cada vez encuentran más, aunque los líderes quie

Cientos de camiones desbordantes de plátanos, camotes y cebollas convergen en la Plaza de la Revolución todos los meses y los agricultores venden sus productos a decenas de miles de personas. Aquí es donde se reúnen los cubanos para conseguir alimentos a precios razonables y, cada vez más, consiguen lo que necesitan.

Un sesentón avanzaba pesadamente por la plaza empujando una carretilla herrumbrada cargada de dos enormes racimos de plátanos que dijo haber comprado para alimentar a sus cinco nietos. Una mujer de mediana edad le seguía acarreando más plátanos, ristras de ajo y una tarta helada blanquirrosa al tope de su atestado carrito de supermercado.

''¡Cebollas! ¡Ristras de cebollas!'', voceaba un muchacho, mientras exhibía seis ristras de bulbos rojiblancos en cada brazo, mientras otros consumidores se llevaban verduras en cochecitos de niños, bolsas de equipaje y envases plásticos de leche amarrados a sus asientos de bicicleta.

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La cantidad de productos vendidos el último domingo de cada mes en las ferias agrícolas organizadas por el gobierno en toda la isla demuestra cómo se ha aligerado la situación alimenticia cubana quince años después de las peores manifestaciones de escasez provocadas por el colapso de la Unión Soviética. Pero los líderes y los productores comunistas dicen que se necesita más para hacer llegar al mercado alimentos a precio accesible.

La producción alimenticia de Cuba ''es insuficiente y la comercialización es deficiente'', dijo este mes a los líderes municipales el vicepresidente Carlos Lage.

''Hay muchos alimentos, pero la mayoría de los cubanos no los puede comprar'', comentó Ana, una mujer de 58 años que vendía bolsas de plástico en un mercado agrícola una tarde reciente. ''Compro en puestos del gobierno, que tienen mejores precios'', agregó Ana, negándose a revelar su apellido por temor a que la reprendiera el encargado del mercado.

Los legisladores durante el mandato del presidente interino Raúl Castro examinarán esta semana la producción alimenticia de la isla, que bajó el 7% el año pasado. Algunas comisiones discutirán el tema dos días antes de que sea debatido el viernes por la Asamblea Nacional en pleno. El acceso de la prensa internacional a las sesiones era incierto.

Cuba gasta 1,600 millones de dólares anuales en importaciones de alimentos, aproximadamente una tercera parte provenientes de Estados Unidos. Incluso importa un 82% de los alimentos por valor de 1,000 millones de dólares que vende a precios subsidiados en raciones que incluyen arroz, papas, frijoles, productos cárnicos y otros bienes.

Castro, el ministro de defensa y vicepresidente de 76 años que ha conducido el gobierno durante 11 meses mientras su hermano Fidel, de 80 años, se recupera de una operación intestinal, considera desde hace mucho tiempo la alimentación como una cuestión de seguridad nacional. ''Los frijoles son más importantes que el cañón'', dijo en 1997 al Quinto Congreso del Partido Comunista.

Castro apoyó en 1994 los mercados agrícolas basados en el juego de oferta y demanda, y antes había creado el Ejército Juvenil del Trabajo, una rama militar que produce productos comestibles para la nación.

En la más reciente sesión parlamentaria en diciembre, Castro exigió que los funcionarios agrícolas aumentaran la producción y se pusieran al día con los pagos a los pequeños granjeros y las cooperativas. Lage más adelante dijo que el problema de los pagos se habían resuelto, pero los campesinos se quejan de que no pueden aumentar la producción sin ayuda del gobierno.

Orlando Lugo, presidente de la ASOCIACIÓN NACIONAL DE AGRICULTORES PEQUEÑOS (ANAP), señaló este año a la revista estatal Bohemia que los agricultores necesitan tractores, equipos y combustible. ''No hay cooperativas alrededor de La Habana con el potencial de duplicar o aún triplicar su producción'', advirtió Lugo.

Lugo dijo que gran parte de terrenos del gobierno potencialmente productivos no se están explotando, incluyendo antiguos cañaverales ahora infestados de una plaga de arbusto espinoso llamado marabú.

Mientras tanto muchos cultivos perecederos se están arruinando debido al transporte escaso o a la coordinación defectuosa de las agencias estatales contratadas para recogerlos, señaló el lunes el diario Granma del Partido Comunista.

El economista estatal Ariel Terrero escribió este año en Bohemia que Cuba debería producir más de sus propios alimentos para ahorrar costos de importación.

Terrero agregó que entre el 2002 y el 2005, Cuba aumentó las importaciones de arroz un 36% pero pagó 105% más por ellos debido a los crecientes precios internacionales.

''La hemorragia perpetua conspira contra las posibilidades del desarrollo económico de la nación'', escribió.

Las cooperativas y pequeñas granjas fueron creadas en 1993 cuando el gobierno reestructuró su sistema centralizado de alimentos y dividió las grandes granjas estatales en unidades menores poseídas y manejadas por los trabajadores. Algunas parcelas fueron para agricultores independientes. 

Menos de 15 años después, más de 150,000 agricultores independientes y cooperativas agrícolas producen dos tercios de los alimentos de la nación utilizando apenas un tercio de las tierras fértiles de la isla. Las granjas estatales operan el resto.

Las cooperativas y pequeños agricultores producen la mayor parte de los frijoles, maíz y tubérculos, todos los que antes eran producidos por granjas estatales. También producen un tercio del arroz, el 42% de la leche y más de la mitad de toda la carne, incluyendo porcina, vacuna, caprina y ovejuna.

Después de cumplir con las cuotas estatales, los agricultores pueden vender el resto de sus productos en los mercados agrícolas autorizados en 1994. Más de 300 de dichos mercados operan a nivel nacional, incluyendo unos 50 en La Habana, según un estudio del especialista Phil Peterse en el Instituto Lexington, un grupo de investigación de Washington que apoya la libre empresa en el mundo.

El estado y el Ejército Juvenil del Trabajo también venden verduras frescas a precios mucho más bajos en pequeños puestos vecinales.

Un programa agrícola urbano, otro proyecto promovido por Raúl Castro, creó otra importante fuente alimenticia a principios de la década del 90. Actualmente, más de 350,000 horticultores urbanos en una nación de 11.2 millones de habitantes cultivan frutas y verduras en y alrededor de las ciudades y venden sus productos directamente al público.

Al anunciar los mercados agrícolas hace 13 años, Castro dijo que alimentar a los cubanos era importante por sus posibles efectos sobre el sistema comunista. ''Si hay alimento para el pueblo'', afirmó en ese entonces, ''los riesgos no tienen importancia''.

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