Chávez da confianza a colombianos
Los familiares de docenas de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cifran sus esperanzas de que sean liberados en las gestiones que pueda hacer el presidente venezolano HugoChávez, quien llegó a esta ciudad para luego reunirse con su par colombiano Álvaro Uribe.
''Vengo con mi fe puesta y el optimismo más grande en las relaciones bilaterales de Colombia y contribuir ojalá, pido a Dios, contribuir en el tema del canje humanitario y la búsqueda de la paz, que es paz para todos en Venezuela y Colombia'', expresó Chávez en una breve declaración a la prensa.
El gobernante venezolano y su comitiva, encabezada por el canciller Nicolás Maduro, arribaron al aeropuerto militar de esta capital donde lo recibió el canciller Fernando Araújo, quien luego lo acompañó a Hato Grande, la residencia campestre presidencial al norte de Bogotá donde lo recibió Uribe.
Ataviado con su tradicional camisa roja, saludó con efusivos abrazos a Araújo y las autoridades que le dieron la bienvenida.
De cara a la visita, Uribe afirmó el jueves que será sincero y repetitivo en su determinación de que ''no hay zona de despeje'' militar, pues aduce que ''estamos procurando controlar el territorio para proteger a los ciudadanos con la fuerza pública'' con el fin de que los colombianos no ''tengan que vivir intimidados por la guerrilla''.
Mientras la guerrilla de las FARC insistió también esta semana en que es necesario el despeje militar de una región del suroeste para efectuar el intercambio humanitario.
Esas son las posturas intransigentes que Chávez tiene ante sí y que de alguna manera espera flanquear para que los rehenes recuperen su libertad, como les sugirió a algunos familiares de los cautivos con los que se reunió la semana pasada en Caracas.
''El presidente Chávez goza de la confianza de ambas partes... esto va a permitir que cumpla esa función de intermediación y acercamiento y (las partes) puedan ceder a sus posiciones que hasta ahora han mantenido inflexibles'', expresó a radio Caracol el analista del conflicto colombiano, Alfredo Rangel.
El editorial de El Tiempo, el diario colombiano de mayor circulación, reseñó que ''está por verse si Chávez trae propuestas concretas y qué respuestas tiene. Lo que ya es obvio es la expectativa de los familiares de los secuestrados y de todos los observadores'' ante los resultados de sus diligencias.
Unos 1,500 efectivos fueron desplegados en la ciudad, especialmente alrededor del aeropuerto, la sede campestre presidencial y la residencia del embajador venezolano Pavel Rondón, para garantizar la seguridad del visitante, dijo el subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Francisco Patiño.
Chávez planificó encontrarse con un grupo de editorialistas y directores de medios colombianos, informó la senadora Piedad Córdoba, que actúa como facilitadora de las gestiones del líder venezolano.
Entre los rehenes que las FARC cataloga como ''canjeables'', unos 45, están la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, que tiene doble ciudadanía colombiana y francesa, por lo que el gobierno de Nicolás Sarkozy también tiene puestos sus ojos en la reunión de Chávez y Uribe, con quienes se comunicó telefónicamente en las últimas horas.
Otros rehenes son la asistente de Betancourt, Clara Rojas, que en cautiverio procreó un hijo con un guerrillero, tres estadounidenses contratistas del Departamento de Defensa de su país, varios políticos, militares y policías.
Algunos acumulan casi 10 años en poder de esa guerrilla, como el hijo de Gustavo Moncayo, Pablo Emilio, un policía, por cuya liberación cruzó a pie medio país pidiendo acciones del gobierno.
Once ex diputados regionales que estaban en esa lista murieron en junio cuando fue atacado el campamento rebelde en el que se encontraban por un grupo armado no identificado, según la guerrilla; aunque el gobierno acusa a las FARC de haberlos asesinado. Uribe dijo que esperan recuperar el sábado los cadáveres.
En el encuentro presidencial también se programó la firma de un convenio de cooperación agropecuaria, la revisión de un problema fronterizo y tratar la construcción de un gasoducto desde el caribe colombiano al norte de Venezuela.
Colombia y Venezuela, a pesar de las divergentes posiciones sobre Estados Unidos -Uribe es un aliado y Chávez un fuerte crítico-, mantienen cordiales relaciones y un creciente intercambio comercial que en los primeros cinco meses del año superó los 2,000 millones de dólares.
