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Jorge Hank, listo para la elección

El polémico empresario y político priista va por la gubernatura de Baja California este domingo padre de 19 hijos y dueño de un zoológico, la figura de Hank despierta preocupación para EU.
sáb 04 agosto 2007 08:07 AM

Jorge Hank Rhon se jacta de beber tequila mezclada con bilis de oso y fermentada con pene de tigres, leones y perros. Por otra parte ha capeado denuncias de vínculos con el narcotráfico, el lavado de dinero y los asesinatos a sueldo.

Pero nada de eso parece preocupar a sus partidarios mientras el autoproclamado multimillonario propietario de carreras de perros y alcalde de Tijuana cerraba esta semana su campaña para gobernador.

La mayoría de las encuestas otorga una ligera ventaja a su principal adversario, José Guadalupe Osuna, de 51 años, del Partido Acción Nacional del presidente Felipe Calderón, cuya victoria hace 18 años en Baja fue el comienzo del fin para los 71 años del Partido Revolucionario Institucional en el poder.

Pero a Hank Rohn -que mantiene un zoológico privado con 20,000 animales, cinco veces más que el famoso Zoológico de San Diego tras la frontera- le encanta una buena pelea, y ha superado obstáculos mucho mayores.

Hijo de un caudillo del PRI, superó un déficit considerable en las encuestas de opinión para llegar a ser alcalde de Tijuana hace tres años, pese a haber afirmado durante la campaña que las “mujeres” eran su animal favorito.

El candidato desestima toda acusación de corrupción aduciendo que sus adversarios “lo que tratan es de promover el caos, la desconfianza, el miedo y la incertidumbre para que vayamos a votar”.

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Cuando el diario Reforma informó el martes que policías de Tijuana informaban secretamente a la banda narcotraficante de Arellano Félix sobre investigaciones federales, Hank Rohn dijo que se solidarizaba con sus hombres. Sostuvo que el informe fue plantado en el diario para ayudar a su adversario.

La procuraduría general confirmó que las grabaciones fueron parte de una investigación preliminar en el 2004 sobre vínculos entre la policía y los narcotraficantes, pero los investigadores no pudieron identificar plenamente las voces.

Otras versiones anteriores sobre supuestos vínculos entre Hank Rhon y el narcotráfico tampoco se confirmaron. Cuando un informe en 1999 del Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas, de Estados Unidos, lo identificó como asociado a narcotraficantes, la entonces secretaria de justicia Janet Reno calificó el informe de incompleto y dijo que sus conclusiones “nunca fueron aceptadas oficialmente”.

Hank Rhon se hizo de un grupo fiel de seguidores en esta ciudad fronteriza cuando era alcalde con sus redadas de ladronzuelos, sus programas para mantener a los niños en la escuela y sus fiestas callejeras masivas para celebrar el Día de la Madre y el Día del Niño.

Fueron sus martes de “puertas abiertas” lo que realmente llamó la atención de la gente. Todas las semanas se convirtió en una especie de Santa Claus político recibiendo en privado a cualquiera que hiciera fila y pidiera verlo, y a menudo dándoles dinero en efectivo y hasta viviendas. Es difícil hallar algún residente de Tijuana que no conozca a alguien que haya recibido algo -un sillón de ruedas, un empleo- de Hank Rhon.

María Elena Romero, una mucama de 47 años que a dura penas sobrevive con sus dos hijos con un ingreso equivalente a 200 dólares mensuales, dijo que Hank Rhon le dio 500 pesos (46 dólares) hace dos años para ayudarle a pagar el alquiler.

“Si gana, voy a hablar con él para ver si me da una mensualidad”, dijo confiada, mientras observaba a sus dos adolescentes cómo forcejeaban con una multitud para conseguir ropas y golosinas que distribuían los partidarios de Hank Rhon desde camiones al cierre de la campaña proselitista.

Sus adversarios dicen que dichos regalos constituyen un retroceso a la época oscura de la política mexicana en la era del PRI, que solía comprar elecciones, a veces por nada más que comidas para sus partidarios hambrientos.

Algunos temen que se produzcan hechos de violencia el domingo, especialmente después de una tensa campaña. Antes de un debate televisado en julio, cientos de partidarios de Hank Rohn y de Osuna se enfrentaron a puñetazos y pedradas. Hubo dos heridos.

En una de sus últimas presentaciones, Osuna instó a sus partidarios a asegurarse de la limpieza de la elección, pidiéndoles que llevasen cámaras fotográficas y de video a todos lados “para defender el voto”.

Abraham Pérez, un estudiante de derecho de 22 años, estaba preparado para seguir esas instrucciones.

“Está enfermo de poder, una persona muy ambiciosa”, dijo antes de incorporarse a un grupo de voluntarios de Osuna que hacía campaña de último minuto. “Ya todo el mundo sabe la verdad, qué tipo de persona es”.

Hank Rhon no oculta sus excentricidades. Por el contrario, le gusta publicitar su tequila particular.

“Te da una gran energía”, dice. “Sabe como tequila, pero más suave”.

Hank es hijo del fallecido Carlos Hank González, un prominente político del PRI en las décadas de 1970 y 1980 y considerado un “dinosaurio” del partido, como se les llama a los miembros de la vieja guardia de la agrupación salpicada por denuncias de corrupción.

“Un político pobre es un pobre político”, solía decir el padre de Hank.

Antes de cada mitin de campaña, el candidato toma un brebaje para tener más energía y que asegura le dio a probar tiempo atrás a la Premio Nobel de la Paz, la guatemalteca Rigoberta Menchú.

La receta del cóctel de Hank contiene tequila, el pene de un león, el de un tigre y el de un perro, cuerno de venado, hiel de oso, ocho víboras de cascabel y alacranes.

A sus partidarios no parece preocuparles lo que bebe. Tampoco les importa que uno de sus guardaespaldas haya sido condenado por la muerte en 1988 del columnista Héctor Félix, de Tijuana, o que el semanario investigativo Zeta, de Félix, todavía pide explicaciones a Hank Rhon por el crimen. Hank Rohn niega toda participación y por otra parte nunca fue vinculado oficialmente al hecho.

Estados Unidos ha manifestado poca preocupación por Hank Rhon y su nueva carrera política.

Pero algunos votantes todavía tienen dudas. Una encuesta publicada el viernes por el diario El Universal daba a Osuna el 48% de preferencias de los votantes en comparación con el 45% para Hank Rhon, y halló que el 30% de los mil encuestados tenía una “muy mala” opinión sobre Hank Rhon, comparado con el 13% que opinaba otro tanto de Osuna. La encuesta tenía un margen de error de 3.5% y se llevó a cabo entre el 20 y el 23 de julio.

Hank Rhon, padre de 19 hijos con varias mujeres, dice que es demasiado rico para ser corrupto.

“Yo no me voy a meter nada a mis bolsillos porque yo saco, no meto”, aseguró. “Yo tengo un negocio sumamente grande, y ese dinero me da para mantenerme a mí, a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos”.

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