Congreso avala paquete fiscal
El Congreso mexicano aprobó este viernes una esperada reforma fiscal destinada a elevar la baja recaudación, en un proyecto visto como un gran avance para el Gobierno del conservador Felipe Calderón.
La reforma, que recibió el apoyo del oficialista Partido Acción Nacional (PAN) y del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), crea nuevos impuestos y reduce los de la petrolera estatal Pemex para permitirle invertir en exploración y extracción en momentos en que la producción está en declive.
Tras un debate de varias horas, el Senado dio sanción final al proyecto enviado en junio por el Gobierno y que había sido aprobado el jueves por la Cámara de Diputados.
La columna vertebral de la reforma es el nuevo Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU), que gravará la diferencia entre los ingresos de las empresas y los gastos en bienes intermedios.
Pero además, el paquete incluye un gravamen de un 2% a los depósitos bancarios en efectivo de más de 25,000 pesos (2,257 dólares), en busca de combatir la informalidad, y otro de un 20% a operadores de juegos de apuestas o sorteos que afectaría a empresas como Televisa.
Las operaciones de compra o venta en la bolsa de una participación accionaria igual o mayor al 10%, ahora exentas, comenzarán a pagar un 28% de Impuesto Sobre la Renta (ISR), que podría ser menor con deducciones. Este era un viejo reclamo de la izquierda.
Pero el opositor e izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que rechaza la mayoría de los proyectos de Calderón por considerar que llegó al poder con fraude, votó en contra de gran parte del paquete fiscal.
Quedó aprobado también un polémico aumento escalonado al precio de la gasolina, de 36 centavos en 18 meses, que algunos legisladores creen impactará en la inflación.
La reforma debe ser publicada en el Diario Oficial para entrar en vigencia, pero sus recursos se incorporarán en el presupuesto del próximo año que entrará en vigor el 1 de enero y que el Congreso debe aprobar a más tardar el 15 de noviembre.
El senador José Calzada, del PRI, justificó su voto en que su partido no se opone "a priori" a ninguna propuesta. "Las analiza, si es posible las enriquece y las amplía en la medida que sirvan para detonar el crecimiento de la economía", dijo.
La reforma, que el anterior presidente Vicente Fox nunca logró hacer avanzar en el legislativo, permitirá que México eleve su recaudación impositiva a un 12.5% del Producto Bruto Interno (PIB) para el 2012, desde el actual 10%.
"Este es un avance importante pero insuficiente (...) debemos llegar al 20% de recaudación", dijo el senador oficialista Gustavo Madero durante el debate.
El mercado dio la bienvenida a la reforma, pero también mostró dudas sobre si la futura recaudación será suficiente.
"Habría que ver si con este 2.5% del PIB de recaudación, las calificadoras (de riesgo) mejoran su opinión sobre México", dijo a Reuters Carlos Ponce, director de estrategia de Ixe Grupo Financiero.
En la Cámara de Diputados recibió sanción final una polémica reforma electoral que contempla la remoción de consejeros electorales, a quienes la oposición acusa de participar en un supuesto fraude en los comicios presidenciales del 2006.
La reforma fiscal estaba condicionada a que avanzara el proyecto electoral.
El Senado también aprobó un plan de austeridad que prevé recortes al gasto del Gobierno federal y de los estados.
Se prevé que la reforma genere ingresos adicionales por 130,000 millones de pesos (11,686 mdd), es decir, un 1.1% del PIB.
Quedaría pendiente por aprobar en otra sesión la próxima semana, por tratarse de reformas a la Constitución, una ley que busca dar más facultades al Congreso para vigilar el destino de los recursos del plan fiscal, dijo Madero.
