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Joyeros buscan vetar rubíes de Myanmar

El 90% de las gemas vienen de Myanmar y joyeros quieren boicotearlos por la represión en ese pa para comerciantes internacionales los “rubíes de sangre” apoyan los abusos a los derechos human
vie 18 enero 2008 03:38 PM
Se estima que la mayor empresa joyera de Myanmar obtiene al

Los rubíes de Mianmar son indiscutiblemente los más preciados del mundo, pero su fulgor rojo está recordando a varios comerciantes internacionales de joyas la sangre derramada durante la represión de los defensores de la democracia por parte del régimen militar en el país.

La más reciente represión militar contra el movimiento prodemocrático en Mianmar, que comenzó en septiembre, ha revivido las exigencias para boicotear las piedras preciosas que salen del país, por exportación o contrabando.

Mianmar es uno de los mayores productores de joyas en el mundo.

''Crece la conciencia de que éste es un régimen fascista'', dijo Brian Leber, comerciante estadounidense de joyas, quien ha presionado para boicotear los ''rubíes de sangre''.

''Si consideramos lo que este régimen le ha hecho a su propio pueblo, nos causa conflicto el ver que una piedra preciosa represente una fuente tan grande de ingresos para ellos'', dijo Leber, entrevistado por teléfono desde Western Springs, un suburbio de Chicago.

Pero un boicot resultaría difícil. Más de 1,500 personas de una veintena de países se inscribieron a una subasta de gemas, que se abrió el 14 de noviembre, pese a las peticiones de boicot.

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''El comercio con estas piedras apoya los abusos a los derechos humanos'', advirtió el organismo Human Rights Watch, con sede en Nueva York, mediante un comunicado difundido a mediados de noviembre. ''La venta de estas joyas da a la junta militar de Birmania una forma de obtener dinero rápido para permanecer en el poder''.

Mianmar era llamado antes Birmania.

Es cierto que el comercio de rubíes lleva dinero a las arcas de la junta, dado que ésta controla las concesiones mineras. Pero resulta difícil calcular cuántas ganancias se obtienen por estas joyas, debido a la poca información que se revela sobre el comercio de gemas y sobre el país en general.

En 1964, Mianmar comenzó a realizar una subasta anual de joyas, y a partir de 1992, la venta se realiza dos veces al año. En épocas más recientes, una tercera subasta se ha ofrecido cada año.

El gobierno ha dado otros pasos para aumentar sus ingresos, incluida una campaña para combatir el contrabando, mediante la promulgación de la Nueva Ley de Piedras Preciosas, en 1995, la cual permite extraer, producir, transportar y vender gemas terminadas y joyería en el país y en el extranjero, siempre y cuando se pague un impuesto, algo que no hacen los contrabandistas.

Pero la mayoría de los rubíes se trafica como piedra en bruto, sacada de las laderas montañosas en las zonas mineras nororientales de Mogok y Mong Hsu. De ahí, siguen un recorrido peligroso por las montañas, las selvas espesas y las áreas donde operarían rebeldes. Cambian de manos varias veces antes de llegar a Tailandia.

Ahí, las piedras en bruto son procesadas con químicos a altas temperaturas, durante largos periodos, para lograr que brillen y eliminar pequeñas fisuras.

Una vez tratadas, cortadas y pulidas, las joyas se venden a compradores extranjeros que a su vez las ofrecen a joyeros de todo el mundo.

En el trayecto desde la mina hasta las joyerías de lujo, las joyas cambian de dueño entre cuatro y seis veces, y su precio se incrementa entre 20 y 30% en cada ocasión, según los comerciantes en Tailandia.

El mayor salto en el precio depende del éxito en el procesamiento con calor. Si no se realiza adecuadamente, el proceso puede partir la piedra y dejarla prácticamente inservible. Si se hace bien, la joya puede valer más de un diamante por cada quilate.

Las piedras mejores y más grandes pueden venderse en millones de dólares en las subastas. La casa Christie's en su página de Internet, menciona un juego de anillos con un rubí de 8.62 quilates, que se vendió en 3.6 millones de dólares -un precio récord de 425,000 dólares por quilate- en febrero de 2006.

Pero la gran mayoría son piedras de no más de dos quilates, que los mineros en Mianmar venden en unos cuantos dólares, y terminan en las joyerías con precios que van de unos cientos a miles de dólares.

El contrabando elude a la Mianmar Gem Enterprise, empresa estatal que supervisa la industria y realiza las subastas de joyas en Yangón, la mayor ciudad del país. La organización no respondió a preguntas que The Associated Press le envió por correo electrónico.

El jade genera las mayores ganancias, y más de 90% se vende a China. Los rubíes son el segundo lugar, y 85% va a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Mianmar exporta también zafiros y perlas.

Mianmar Gems Enterprise informó que tuvo ventas de casi 300 millones de dólares en el año fiscal 2006-2007, de acuerdo con Human Rights Watch.

Los comerciantes en Bangkok estiman que los generales ganan al menos 60 millones de dólares anuales a partir de las joyas, pero algunos consideran que el monto podría ser 10 veces superior.

Cualquiera que sea la cifra, cada vez más comerciantes quieren privar a la junta de cualquier ingreso derivado de los rubíes.

Pero habría muchos problemas para imponer las sanciones, particularmente por el hecho de que incluso el 90% de los rubíes del mundo proviene de Mianmar.

La industria tendría prácticamente que prohibir todo el comercio de rubíes para que el embargo funcionara, dijo P.J. Joseph, profesor del Instituto de Ciencias sobre Gemas en Asia, una escuela y laboratorio en Bangkok.

''Las circunstancias están en contra de que el embargo funcione. Los generales están muy acostumbrados al 'divide y vencerás', y será difícil el que todos los países se involucren. China, India y el Sureste de Asia son la clave'', dijo Joseph, quien añadió que esas naciones difícilmente se unirán.

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