Mouriño: un secretario “de pasarela”
Juan Camilo Mouriño es desde el pasado 16 de enero el nuevo Secretario de Gobernación. Desde esa fecha, algunas cosas han cambiado radicalmente en su vida, otras sin embargo, simplemente siguen su curso, pues este joven de 36 años, no deja de ser precisamente eso: un joven con gustos y aficiones acordes a su edad, que va a bares y le gusta vestir ropa de marca. ( Haz click aquí para ver las fotos )
Según revela la Revista Quién en su última edición, tenemos actualmente en funciones a un “Secretario de pasarela”, un hábil político que ha sabido escalar en la política, en apenas una vertiginosa década.
Ciertamente es el menor de edad entre los secretarios, pero ostenta el cargo más importante del país, sólo por debajo del presidente Felipe Calderón. Él es el hombre que “le habla al oído” al Presidente de México, quien por cierto, parece escucharlo atentamente.
Sus detractores critican con suspicacia su meteórica carrera política: diputado federal por Campeche, candidato a Presidente Municipal en la capital del mismo estado, subsecretario de Energía, Jefe de la Oficina de la Presidencia y finalmente Secretario de Gobernación; en tanto que sus partidarios le reconocen su facilidad para las relaciones públicas y su gusto refinado.
Hay quienes ven con sospecha los negocios de su padre Carlos Mouriño, quien en apenas unos años (tras emigrar de España a México), logró hacerse millonario al amparo de sus amistades prístas primero y panistas después, aunque otros afirman que Juan Camilo sabrá resolver los problemas de seguridad en el país, puesto que él mismo fue víctima de un secuestro en la década de los 90.
La publicación nos lleva dentro de la vida privada de “Iván ” (el sobrenombre de Juan Camilo en la intimidad): sin lugar a dudas, el hombre de confianza del mandatario.
Y nos muestra en este artículo sus pasiones y sus debilidades: es amante de la marca de ropa Zegna, no fuma y prefiere el Ron al Whisky; baila con facilidad lo mismo cumbia que salsa, y, según dicen los que le conocen, lo hace casi como de concurso, pero por alguna razón, Juan Camilo Mouriño, el segundo funcionario de mayor rango en México, tiene una extraña manía: le gusta tener siempre la cadera cubierta.
