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Obama enfrenta semanas difíciles

El precandidato demócrata reconoce que ha enfrentado problemas, pero confía todo mejorará;
dom 23 marzo 2008 12:08 PM

Barack Obama dice que el último par de semanas fueron duras, turbulentas ... aunque podrían haber sido todavía peores.

Su asesora de política exterior renunció tras calificar a su rival demócrata Hillary Rodham Clinton de ''monstruo''. Luego, Obama tuvo que distanciarse de las incendiarias declaraciones de su pastor, una controversia que amenazó su imagen de unificador. Además, Clinton va adelante en las encuestas en las primarias de Pensilvania, a realizarse el 22 de abril. Y en encuestas nacionales de opinión, Obama ha visto disminuir su ventaja.

''Sin duda alguna, se trató de un par de turbulentas semanas, pero ya tuvimos turbulentas semanas en el pasado'', dijo Obama a periodistas.

De todas maneras, pese a todo, las cosas podrían haber ido inclusive peores.

Obama fue elogiado por su sombrío discurso donde denunció el racismo y la división que existe en Estados Unidos. Algunos inclusive compararon el discurso con algunas piezas oratorias de Abraham Lincoln, Franklin Delano Roosevelt y John F. Kennedy. Por otra parte, en materia de recaudación de fondos, está muy por delante de Clinton y a años luz de quien podría ser su rival republicano en caso de obtener la nominación: el senador por Arizona, John McCain. Y finalmente, la mejor noticia de la semana para Obama se registró el jueves, cuando el gobernador de Nuevo México Bill Richardson le ofreció su cálido apoyo.

El respaldo de Richardson tiene dos claras ventajas: es uno de los más altos funcionarios de origen hispano que existen en el país, y la minoría hispana puede decidir las elecciones, y además, rompió con los Clinton, pese a que ocupó dos cargos de gabinete en la administración de Bill Clinton. Muchos expertos señalan que, como súper delegado, Richardson puede influir en otros súper delegados, que podrían decidir eventualmente quien será el candidato demócrata.

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Y lo más importante, el senador por Illinois retiene una ventaja casi insuperable en delegados y supera a Clinton en el voto popular demócrata a nivel nacional.

¿Podrá Obama convencer a los súper delegados de que aseguren su nominación? Allí funciona la imagen y las negociaciones de trastienda.

La campaña de Clinton dice que los recientes problemas de Obama demuestran que ella es un mejor candidato para enfrentar a McCain. Inclusive los años de críticas de los republicanos contra la pareja Clinton demuestran, de acuerdo a la campaña de Hillary, que ella puede sobrevivir cualquier ataque. No es lo mismo con Obama, que podría ser vulnerable a las tácticas republicanas, señalan asesores de la precandidata.

Pero la campaña de Obama cuenta una versión diferente. Sus simpatizantes dicen que cuando criticaron su adhesión al reverendo Jeremiah Wright, Obama, lejos de eludir la cuestión, la asumió de frente, demostrando su confianza, y su tranquilidad en medio de una intensa presión. Eso, indican, demuestra que cuenta con las dotes de calma necesarias en un presidente.

De todas maneras, falta mucho por decidir en una campaña demócrata repleta de altibajos. Hasta hace no mucho, Clinton parecía imbatible en su lucha por obtener la nominación presidencial. Tras una serie de derrotas consecutivas, Obama parecía imparable. Ahora, las líneas se han estabilizado. Y si Clinton consigue derrotar a Obama en Pensilvania y en otras primarias, podría demostrar que tiene ímpetu y merece el apoyo de los super delegados.

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