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El papel de la Fed en las elecciones

Algunos especialistas consideran que la Reserva Federal prefiere mantener un bajo perfil; pero otros aseguran que no hay evidencia de que la política influye sobre la estrategia monetar
mar 01 julio 2008 06:00 AM
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La Fed ofrecería financiamiento senior por hasta el 90%. (Re

La Reserva Federal de Estados Unidos podría ser reticente a elevar las tasas de interés antes de las elecciones de Estados Unidos en noviembre.

Sin embargo, no hay evidencia dura para respaldar la opinión generalizada de que la política influye sobre la estrategia monetaria del banco central.

La Fed ha subido las tasas en algunos años electorales, y en otras oportunidades las dejó sin cambios, o las recortó. Por lo tanto, no existe un patrón que confirme la fuerte percepción de que el organismo monetario prefiere no hacer nada mientras los estadounidenses acuden a las urnas.

No obstante, los economistas dicen que el argumento para un incremento del costo del crédito tendría que ser particularmente convincente para que la Fed actúe.

"La Fed deseará ser lo más invisible que pueda y eso significa que la Fed no deseará cambiar la tasa de los fondos antes de las elecciones", dijo William Poole, quien se retiró en marzo como presidente del banco de la Fed de San Luis tras una década en el comité monetario que fija las tasas.

"Pero pienso que si existe un argumento fuerte, la Fed lo hará", sostuvo. "No creo que la Fed se abstenga de la acción de política necesaria debido a las elecciones", consideró.

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Algunos ven unos cálculos políticos que podrían aplazar una medida de la Fed hasta después de los comicios presidenciales del 4 de noviembre, hacia el primer encuentro monetario del banco central después de las elecciones, el 16 de diciembre.

"Enfrentamos una elección, y la Fed usualmente trata de mantenerse al margen", dijo Henry Kaufman, veterano observador de la economía estadounidense y ex economista jefe de Salomon Brothers en los años 1970 y 1980.

“Dudo que la Reserva Federal, tal como está estructurada ahora, tendrá la fortaleza dentro de su poder de voto para decir, vamos hacer 50 puntos básicos, 50 puntos básicos, 50 puntos básicos", dijo Kaufman este mes, para referirse a la posibilidad de una serie de movimientos de medio punto porcentual cada uno.

Las decisiones de las tasas de interés están sujetas a una votación de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed.

En la votación participan los integrantes de la Junta de Gobernadores de la Fed, que son designados por el presidente y están en Washington, y cinco de los 12 presidentes de los bancos regionales de la Fed.

El juego de culpa

En la Fed niegan que la política influya en sus decisiones.

Pero no hay dudas de que cuando se mueven las tasas en un año electoral, eso puede convertir a la Fed en un héroe o en un chivo expiatorio, desde el punto de vista político, ganándose la ira del partido que sienta que la acción -o la inacción- del banco central le costo votos.

El ex presidente estadounidense George H.W. Bush abiertamente culpó al entonces presidente de la Fed, Alan Greenspan, por no bajar las tasas en forma más agresiva cuando él se encontraba en la campaña para la reelección, en 1992.

Fue el año en el que la frase: "Es la economía, estúpido", se convirtió en la consigna ganadora de Bill Clinton.

"Pienso que si las tasas de interés se hubieran rebajado en forma más drástica, yo habría sido reelecto presidente porque la recuperación en la que estábamos habría sido más visible", dijo Bush al entrevistador británico David Frost en una entrevista en 1998.

"Yo lo volví a seleccionar, y él me decepcionó", agregó Bush.

La actual Fed, dirigida por el presidente Ben Bernanke, recortó la tasa interbancaria referencial al 2% en siete etapas que empezaron en septiembre pasado.

Pero ahora está cada vez más preocupado por la inflación de cara a la escalada de los precios de los alimentos y la energía. La semana pasada frenó la campaña de reducciones de tasas y endureció sus advertencias sobre los precios.

Los inversionistas creen que esto significa que el próximo movimiento de las tasas será al alza y ven una probabilidad de 80% de un aumento de un cuarto de punto porcentual para el encuentro de la Fed de fines de septiembre.

Algunos economistas, preocupados porque la actividad aún está frágil, creen que pasará más tiempo para que se recupere el crecimiento y argumentan en contra de una acción de tasas apresurada.

Si Bernanke confía en su proyección de que la inflación se moderará a medida que cedan los rápidos avances de los precios energéticos, y quiere dar una oportunidad a la economía, podría evitar un ajuste monetario hasta el encuentro del 16 de diciembre, posterior a las elecciones.

"Ellos no harán nada en octubre, una semana antes de las elecciones, por eso creo que están en un compás de espera", dijo John Silvia, economista jefe del banco Wachovia.

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