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McCain y Obama quieren el voto hispano

Los candidatos se esmeran por conquistar este sector, pero aún no logran entender su diversidad McCain abrió una oficina en Orlando, mientras que Obama hará lo mismo en Ybor City.
lun 14 julio 2008 09:46 AM
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El republicano reúne recursos rumbo a la carrera presidencia
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Parecen pretendientes ansiosos: Barack Obama y John McCain se esmeran por cortejar el voto hispano, que bien podría decidir las elecciones presidenciales de noviembre, y a veces lo hacen a los tropezones.

Más que un problema de lenguaje, sus dificultades responden al hecho de que no terminan de entender a un grupo muy diverso. No es cuestión de decir ''quiero hablar con sus líderes''.

Pero eso es básicamente lo que han estado haciendo.

''Vienen y me dicen, '¿quiénes son los que mandan en la comunidad latina?''', comentó Patrick Manteiga, quien dirige un periódico para hispanos en el barrio cubano de Tampa Ybor City. ''Es como que vengan y pregunten '¿quienes son los que mandan entre los blancos de Estados Unidos, o entre las madres cuyos niños juegan al fútbol'''.

Los dos candidatos han pronunciado tres discursos en tres semanas ante agrupaciones hispanas y ensayado nuevas iniciativas para llegar al bloque hispano. Los republicanos de McCain abrieron una oficina en Orlando, donde viven la mayoría de los puertorriqueños de la Florida, y Obama está a punto de abrir otra en Ybor City.

Ambos tratan de atraer a un sector del electorado que tradicionalmente vota por los demócratas, pero que no siempre se moviliza y acude a las urnas. Una reciente encuesta de AP-Yahoo News indicó que Obama tiene el 47% de las preferencias entre los hispanos y McCain el 22%. Un 26% no se ha decidido.

McCain es respetado por muchos hispanos por la actitud comprensiva que ha mostrado a lo largo de los años en relación con la inmigración. Pero también lo ven como un continuismo de la presidencia del impopular George W. Bush.

La vitalidad de Obama y su capacidad oratoria caen bien entre los hispanos. Obama, no obstante, terminó segundo entre los hispanos en las internas demócratas, detrás de Hillary Rodham Clinton. Al igual que el resto de la población, los hispanos tienen dudas respecto a su inexperiencia. A ello se suman algunas tensiones entre negros e hispanos.

Los hispanos no constituyen un bloque monolítico. Muchos hispanos de la región occidental se encuentran en el país desde hace dos siglos, mientras que otros se hicieron ciudadanos la semana pasada. Algunos hispanos se consideran blancos, otros se consideran negros y la gran mayoría está en el medio.

En las últimas elecciones presidenciales, los hispanos de estados decisivos, donde la balanza puede inclinarse para cualquier lado, como Colorado, Nuevo México, Nevada y la Florida, representaron entre el ocho y el 30% del electorados, según consultas a boca de urna, y se espera que esos porcentajes aumenten este año.

Clara Apodaca, de 73 años y quien vive en Las Cruces, Nuevo México, es una de las simpatizantes de Clinton que no tiene problema en votar por Obama. Quería ver a una mujer en la presidencia, pero ahora considera que Obama es el más capacitado para manejar la economía, la guerra en Irak y restaurar la imagen del país.

''Piensan muy mal de nosotros en todo el mundo. Tenemos que mejorar nuestras relaciones'' con otros países, señaló la anciana.

Paul Sandoval, de 64 años y quien vive en Denver, es un soldado de Clinton al que le cuesta apoyar a Obama.

''Todavía no sé si es el mejor candidato, por más que sea demócrata'', afirmó Sandoval, quien es propietario de un restaurante mexicano. ''Voy a esperar y a ver cómo se desempeña, cómo responde a las preguntas difíciles''.

También hay gente como Fernando Romero, ex ejecutivo de casinos y organizador político de Las Vegas. Romero colaboró con la campaña de Bill Richardson y cree que la relación de Obama con los hispanos no es sólida. Hoy por hoy, votaría por McCain.

''Lamentablemente, (Obama) es el único candidato del que no sabíamos nada y no ha hecho muchos esfuerzos por comunicarse con nosotros'', dijo Romero. ''El senador McCain tiene muchas cualidades, cualidades que han sido comprobadas''.

McCain confía en que los hispanos que tradicionalmente votan por los republicanos lo apoyen. Pero numerosos hispanos republicanos han expresado desencanto con el partido, especialmente en la Florida, donde por primera vez hay más afiliados al Partido Demócrata que al Republicano.

McCain es popular entre los cubanos de Miami, quienes tienden a votar por los republicanos y admiran sus antecedentes en las fuerzas armadas y la forma en que ha apoyado la política de Washington de mano firme hacia Cuba.

En mayo, sin embargo, una presentación de Obama atrajo a mil personas, incluidos muchos cubanos. Y en el famoso restaurante Versailles de la Pequeña Habana se vio una calcomanía de Obama hace poco.

Jesús Mendoza, puertorriqueño de 51 años, dueño de la peluquería Tijerazo de Tampa, explicó por qué cambió de bando mientras le recortaba el cabello a un cliente.

''Soy republicano'', señaló. ''Considero que la gente tiene que trabajar fuerte y buscar menos ayuda (del gobierno). Pero los republicanos están en el poder desde hace ocho años y las cosas no han mejorado. Obama es joven, pero es inteligente. Soy republicano, pero no soy ciego''.

En Orlando, Angie Thillet, de 38 años y quien votó dos veces por Bush, se inclina por Obama porque quiere establecer un seguro médico para toda la población.

Thillet estuvo sin seguro durante años, a pesar de tener buenos trabajos. Ahora cuenta con un seguro de la empresa funeraria en la que trabaja, pero dijo que le dio miedo ir al médico luego de sufrir un golpe en la cabeza tras caerse en el baño porque tiene un deducible de 1,200 dólares.

No le gusta toda la publicidad en torno a Obama, especialmente las comparaciones con John F. Kennedy. Pero asegura que ''no votaré por McCain''.

Si los programas radiales sirven de guía, Obama está ganando terreno. Magda Yvette Torres, conductora de un programa radial en el centro de la Florida que votó dos veces por Bush, recibió numerosas llamadas de gente que apoyaba a Obama en un programa reciente.

''La mayoría de mi audiencia apoyaba a Hillary Clinton y hace algunos meses esta misma gente hubiera llamado para criticar a Obama. Varios hablaban del tema racial'', manifestó Torres.

Texas

Si bien los hispanos de Texas tienden a votar por los demócratas, en el 2004 Bush, ex gobernador de ese estado, recibió tantos votos como el demócrata John Kerry. Las cosas no están muy claras en esta ocasión y McCain tendrá que esperarse para sacar un buen caudal de votos.

El carisma de Obama conquistó Naomi Mathews, una empleada administrativa mexicano-estadounidense de 35 años y quien se define como una republicana que considera votar por Obama. Dijo que le impresionó el hecho de que Obama haya realizado una sesión de preguntas y respuestas en un local frente a la cafetería donde trabaja.

''Tal vez me atraiga lo del cambio. Pero causó una buena impresión entre nosotros. Pareciera que se puede confiar en esta persona'', declaró.

Mathews fue una de varios votantes hispanos que dijeron a la AP que querían que los candidatos estableciesen una comunicación más directa con los hispanos.

Angelette Avilés, de 32 años y quien apoya activamente a McCain, opina que el republicano ayudaría a mejorar la economía y tendría una política exterior firme. Pero no le cayó bien un reciente aviso radial en el que un ex preso político cubano expresaba su respaldo al republicano.

''Los sectores de línea dura de Miami van a votar por un republicano sea como sea. Pero la generación más joven está más interesada en las cosas que los afectan directamente. Tienen que pensar en nosotros'', declaró.

El demócrata Manteiga dijo que los hispanos no se conforman con los discursos de Obama en estadios ni las sesiones de preguntas y respuestas de McCain.

''Nadie se reúne con las 40 congregaciones religiosas latinas, como harían con la comunidad negra'', señaló. ''Los latinos queremos que nos den un abrazo, un contacto físico''.

La cuestión racial

Manteiga opinó que establecer una conexión personal es particularmente importante para Obama porque debe convencer a los hispanos de que pueden sentirse cómodos votando por un candidato negro.

Muchos hispanos entrevistados admitieron ciertas tensiones raciales entre los dos grupos, porque compiten por los mismos trabajos o directamente por una cuestión de prejuicios. Pero buena parte de este sector aseguró que eso no incidirá en el momento de votar, en un año en que la economía y la guerra de Irak son factores prominentes.

''Para mí, que soy hispano, el gobierno atiende las necesidades de los negros'', expresó Eddie Martínez, de 51 años, residente en Las Vegas. ''Todo lo que da el gobierno va para los negros primero''.

De todos modos, Martínez piensa votar por Obama porque opina que es quien más posibilidades tiene de crear empleos.

El dominicano Manny Genao, dueño del Café Madrid de Orlando, en cuyas paredes cuelgan retratos de líderes republicanos locales, dice que el gobierno de Bush favoreció a las compañías petrolíferas y que McCain es muy parecido a Bush. Luego comparó los discursos de Obama con los de Martin Luther King.

''Todavía no he decidido por quién votar'', indicó.

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