La crisis reta a Obama y McCain
La economía se deteriora tan rápida y pronunciadamente que amenaza con rebasar muchas de las propuestas que los virtuales candidatos presidenciales han presentado durante meses.
El demócrata Barack Obama y el republicano John McCain sugieren planes fiscales, erogatorios y regulatorios en respuesta a los precios galopantes de la gasolina, la crisis inmobiliaria y otros problemas que azotan al consumidor. Pero por ahora es imposible saber si sus ideas pueden resolver problemas o incluso financiarse sin aumentar el déficit fiscal, como afirman los candidatos.
Hace un año, la guerra de Irak y el terrorismo dominaban las campañas, y este aspecto se reflejaba en la retórica de los candidatos y en los sondeos. El rechazo de Obama a la guerra contribuyó de alguna manera a impulsar su nominación demócrata, mientras los méritos de McCain sobre la seguridad nacional influyeron en algunos electores republicanos.
El panorama ha cambiado. Casi a diario surgen nuevos problemas, y los votantes estarán exigiendo respuestas.
''Creo que ningún candidato ha explicado realmente en detalle cómo van a sacarnos del embrollo en que estamos'', señaló Rea S. Hederman Jr., quien realiza un seguimiento de la economía y las campañas para la conservadora Fundación Heritage.
Se ha hablado muy poco de la inflación en la contienda presidencial, pero la situación podría cambiar pronto. El gobierno informó el miércoles que los precios al consumidor aumentaron en junio con el segundo ritmo más veloz en 26 años.
Las quiebras de bancos llegaron de pronto a los principales espacios noticiosos también. El FBI investiga un presunto fraude con préstamos para vivienda en el IndyMac Bancorp Inc., que fue intervenido el viernes por la Corporación Federal de Seguros de Depósito, responsable de asegurar depósitos en bancos y asociaciones de ahorro en bancos en problemas.
Las encuestas muestran que los electores están más preocupados en la economía y en los precios de la gasolina que en la guerra de Irak y la seguridad nacional. McCain y Obama regresarán sin duda a estos temas y ofrecerán nuevas propuestas, pero quizás la interrogante crucial de los electores plantearía: ¿De verdad serán de ayuda?
