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McCain va a la batalla por el electorado

La última pelea del sobreviviente de la guerra en Vietnam es ganar la presidencia de Estados Un aunque las encuestas no le dan la ventaja, McCain apela a su experiencia para conseguir votos.
lun 03 noviembre 2008 10:21 AM
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El republicano John McCain ha sido llamado un inconformista, un héroe y un sobreviviente. Pero el título que el senador de Arizona más quiere es el de presidente de Estados Unidos.

El premio le ha sido elusivo por mucho tiempo. A los 72 años, McCain se convertiría, en caso de ganar, en el presidente de más edad en comenzar su primer período en la Casa Blanca y ha luchado duro para llegar tan cerca de su meta.

En los acalorados últimos días de la campaña antes de la elección del martes, los sondeos de opinión muestran a McCain detrás del demócrata Barack Obama a nivel nacional y en estados alguna vez firmemente republicanos.

Pero estar abajo no ha detenido antes a McCain.

Soportó más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam, logró abrirse paso en el Congreso con escaramuzas sobre políticas que a veces generaron desacuerdos con su partido y libró una dura batalla por la nominación republicana en el 2000, que perdió ante George W. Bush, entonces gobernador de Texas.

La campaña de McCain ha tejido su historia a través de un relato de coraje, honor y experiencia para contrastar con Obama, un senador de Illinois de 47 años.

"El próximo presidente no tendrá tiempo para acostumbrarse al cargo", dijo McCain en un mitin en Defiance, Ohio. "Yo he sido probado, el senador Obama no", agregó.

Críticos de McCain resaltan su carácter acechante, un amplio historial de votaciones conservadoras y una marca política dañada por su admitida debilidad en temas económicos y su asociación con Bush, mientras la crisis financiera estadounidense suma malestar a las peleas en Washington y las guerras en Irak y Afganistán.

Si McCain gana, será en parte gracias a su historia de rebeldía de toda una vida.

El hombre, cuya madre lo sumergió en una bañera de agua fría para bajar su temperatura cuando tenía 2 años, lideró lo que él llamó un grupo de alborotadores mientras estudiaba en la Academia Naval de Estados Unidos en Annapolis, Maryland.

Hijo y nieto de almirantes de Estados Unidos, McCain se graduó en 1958 siendo el último de su clase e ingresó en la Marina. Hacia 1967, se desempeñaba como piloto a bordo del carguero de aviones USS Forrestal frente a la costa de Vietnam cuando tuvo un roce cercano con la muerte.

Tortura y honor

Mientras se preparaba para despegar en una ronda de bombardeo sobre el norte de Vietnam, un misil disparado accidentalmente desde otro avión impactó el tanque de combustible de la aeronave de McCain, provocando explosiones y fuego.

McCain se escapó arrastrándose hacia la nariz del avión y buceó hacia la cubierta del barco. El incidente, visto como el peor accidente fuera de combate en la historia naval de Estados Unidos, causó la muerte de 134 hombres y cientos de heridos.

Tres meses después, la vida de McCain cambió para siempre. En una misión de bombardeo sobre Hanoi, un misil impactó su avión, forzándolo a eyectarse. La maniobra lo dejó inconsciente y terminó con sus brazos y una pierna rotos. Cayó en un lago.

Una multitud furiosa lo arrastró fuera del agua, rompió su hombro con la culata de un rifle y lo atacó con una bayoneta. Sus captores lo encarcelaron en el tristemente célebre Hanoi Hilton.

Torturado y en confinamiento solitario durante más de dos de sus cinco años y medio como prisionero de guerra de Vietnam, McCain aprovechó una posibilidad de dejar la cárcel antes que camaradas que habían ingresado antes que él.

"Ese es un momento definitorio en su vida y habla mucho sobre quién es él para el pueblo estadounidense", dijo Steve Schmidt, un alto colaborador de McCain.

A pesar del significado que tuvo en su vida, McCain no siempre estuvo cómodo haciendo de su experiencia en prisión una parte del argumento para su avance hacia la Casa Blanca.

El aliento de sus seguidores cambió esa visión y McCain convirtió esos tiempos en Vietnam en una parte importante de su historia de campaña, generando críticas provenientes de personas como el ex presidente Jimmy Carter, que acusó al candidato republicano de explotar su pasado.

Sus seguidores dicen que la biografía de McCain le da peso a su intento presidencial.

"He sido un seguidor de John McCain desde que bajó del avión de Vietnam", dijo Sandy Torbett, de 66 años, en un mitin en Washington, Misuri.

"Pienso que lo ayuda y, por supuesto, pienso que el hecho de que se haya convertido en senador lo ayuda más", agregó.

Inconformista

La carrera de McCain en el Senado solidificó su reputación como un inconformista. Se enfrentó a sus colegas republicanos sobre inmigración, cambio climático y una campaña de reforma financiera.

El senador apoyó el plan de Bush de ir a la guerra en Irak, pero luego fustigó al Gobierno por su manejo del conflicto y por una actitud permisiva para torturar prisioneros, un tema sensible para un prisionero de guerra de Vietnam.

Su campaña presidencial ha tenido enormes altos y bajos.

Hace un año casi se desmorona, forzando a McCain a deshacerse de empleados y responder sugerencias de que sus esperanzas hacia la Casa Blanca estaban terminadas.

Ocurrió lo opuesto. Más cómodo, McCain redujo costos, se reagrupó e hizo otra apuesta con su firme apoyo a la estrategia de Bush de incrementar las tropas estadounidenses en Irak.

Al decir que preferiría perder una campaña que una guerra, McCain ganó la jugada mientras la seguridad en Irak mejoraba, obteniendo la nominación de su partido.

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