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Inicia el tercer año de Felipe Calderón

El presidente entra a su tercer año de gobierno en medio de una crisis financiera internacional también enfrenta el problema de la inseguridad, violencia y narcotráfico que afecta a todo el p
lun 01 diciembre 2008 05:05 AM
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Felipe Calderón propuso elevar las cuotas de México ante el

Los dos primeros años en la silla presidencial no fueron fáciles, pero se complicarán aún más para el mexicano Felipe Calderón, que debe lidiar con el peor coletazo en Latinoamérica de la crisis económica global mientras el narcotráfico salpica de sangre al país.

El conservador Calderón comenzará a transitar el lunes el tercer año de su mandato sexenal, tras dejar casi en el olvido las acusaciones de la izquierda de haber llegado al poder con fraude y de lograr polémicas reformas clave como la energética, la fiscal y la previsional, que parecían lejanas.

Cuando todo indicaba que Calderón podía poner el piloto automático al menos en un frente, la tormenta estalló: su mayor socio comercial, Estados Unidos, quedó preso de la peor crisis financiera y económica de las últimas siete décadas.

Las tres mayores fuentes de divisas de México son las exportaciones petroleras, las remesas y el turismo.

Estados Unidos compra la mayoría del crudo, las remesas vienen de inmigrantes al norte de la frontera, son estadounidenses quienes llenan las playas mexicanas y además el capital de ese país es el líder en inversión extranjera.

El problema es que la bonanza en los precios del crudo se acabó, el turismo comenzó a descender, la inversión se retrajo y las remesas bajaron en agosto a su menor nivel en una década mientras muchos inmigrantes albañiles, cocineros, camareros, mucamas o niñeras regresan a tierra natal sin trabajo.

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Pero la economía no es el único problema.

Calderón tampoco logra frenar la violencia del narcotráfico -que ya ha dejado este año 4,300 muertos- ni con sus operativos de policías y soldados, ni arrestando a líderes de cárteles.

Por si fuera poco, hace un par de semanas estallaron casos de jefes policiales y funcionarios que recibían fortunas como informantes del narco.

"Uno siempre trata de tener esperanzas, pero sigue la inseguridad, el desempleo. El (Calderón) dice que todo está bien, pero será en su casa, porque en la mía no", dijo Dolores Juárez, un ama de casa de unos 40 años en el Zócalo, la principal plaza pública de la Ciudad de México.

Cuando pase la Navidad

El mandatario busca amortiguar el coletazo de la crisis con una fuerte inversión en infraestructura, incentivos fiscales y recortes en tarifas de servicios, en momentos en que muchas empresas mexicanas comienzan a despedir gente, un revés para quien como candidato prometía ser el "presidente del empleo".

En su tercer año Calderón, de 46 años, tendría que profundizar las medidas y mantener el flujo de crédito bancario para que no se desplome el consumo, otro pilar económico.

"Lo más fuerte de la crisis lo vamos a vivir entre enero y febrero, cuando pase la etapa navideña. El Gobierno tiene margen para incrementar la inversión pública y la privada a través de incentivos fiscales", dijo Ernesto O'Farrill, director de la consultora Bursamétrica.

Aunque analistas coinciden en que México está mejor preparado que en el pasado para enfrentar una crisis por sus saludables finanzas públicas y abultadas reservas, el Gobierno ya redujo tres veces sus expectativas de crecimiento hasta un 2% para este año desde el 3.3% del 2007.

El próximo año Calderón deberá tener como prioridad la crisis económica sin dejar el combate al crimen y la depuración de la policía, según especialistas.

"La economía complica el escenario pero ya pasaron dos años, se espera que cumpla con su compromiso de tener una policía federal de primer nivel, no puede extenderse el Ejército en las calles", dijo Leo Zuckerman, analista del privado Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Las autoridades han logrado victorias sobre los cárteles -trabados en una lucha por las lucrativas rutas de la droga hacia Estados Unidos-, como la captura de Eduardo "el doctor" Arellano Félix, líder histórico del cártel de Tijuana.

Pero del otro lado de la balanza, Calderón libra una guerra interna para depurar a las policías de altos mandos coludidos con los cárteles, como un ex jefe antidrogas de la fiscalía federal y el representante mexicano de la Interpol detenidos hace un par de semanas.

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