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Migración, a la espera en agenda de EU

Obama prometió una reforma migratoria en sus primeros 100 días, pero la crisis dificulta este hecho; el tema esperará al menos tres años a que la economía mejore para discutirse, opinan analistas.
mar 20 enero 2009 06:00 AM
Los ciudadanos de EU tienen altas expectativas de su próximo presidente, Barack Obama. (Foto: Archivo)
Barack Obama (Foto: Archivo)

Barack Obama prometió durante su campaña a la presidencia de Estados Unidos (EU) impulsar una reforma migratoria en sus primeros cien días de mandato, pero ésta deberá esperar a que la vapuleada economía interna de ese país se resuelva para ver la luz, concordaron investigadores. Se calcula que de los 46 millones de hispanos que viven en EU, 12  millones son indocumentados, principalmente de origen mexicano y centroamericano, según cifras del Colegio de la Frontera Norte (Colef).

Aunque el grupo hispano conforma 9% del electorado "el tema migratorio con México deberá esperar, porque la prioridad del presidente electo de EU es atender la crisis financiera internacional y la situación económica interna de su país", dijo en entrevista la internacionalista y directora de Investigaciones y Desarrollo del Tec de Monterrey, Susana Chacón.

El tema migratorio sí tendrá reformas menores en el gobierno de Obama, pero como no es prioridad "al menos durante los primeres tres años de su mandato no se dará una reforma integral; aunque lo haya prometido es inviable debido al entorno económico", afirmó el investigador de Derecho de la Universidad Panamericana (UP), Guillermo Tenorio.

Ambos especialistas concuerdan en que es poco realista suponer que habrá una reforma integral en los primeros cien días de gobierno y que los cambios que pueden esperarse en los próximos tres años son mínimos.

En cuanto a los temas de seguridad social y trabajos temporales, el migrante mexicano seguirá en el mismo tenor de los últimos años ya que "el Congreso está formado en su mayoría por demócratas que tienen una postura demasiado moderada en este tema", señaló Tenorio.

Aún cuando se den cambios en estos dos rubros serán insuficientes, pues la idea de una reforma integral es diseñar un plan completo para que los migrantes gocen de todos los beneficios sociales que el gobierno de EU establece, indicó el especialista de la Universidad Panamericana (UP).

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En este sentido, México tiene enfrente una oportunidad inmensa: "A partir de este 20 de enero deben identificarse los interese nacionales migratorios y aprovechar los canales establecidos para cabildear y poner sobre la mesa lo que beneficie a ambos países", afirmó Chacón.

Ello antes de que lleguen las elecciones de medio término en EU, que es cuando la analista estima se analizará la reforma migratoria.

"La llegada de Obama sí va a generar aire fresco en la relación con México, pero es poco probable que por la crisis económica se puedan esperar cambios importantes y rápidos", dijo, por su parte,  Guadalupe González, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

A pesar del pesimismo de los especialistas, algunos diarios estadounidenses, como el New York Times se muestran confiados en que habrá avances reales y positivos en el tema migratorio.

"Obama parece estar dispuesto a devolverle ‘realismo, cordura y legalidad' al manejo del problema", escribió el diario en su edición del 26 de diciembre de 2008.

En este número, destaca la designación de Bill Richardson como secretario de Comercio, Hilda Solís como secretaria del Trabajo y Janet Napolitano como secretaria de seguridad interna, como prueba de que "no es demasiado temprano para albergar esperanzas".

Richardson y Napolitano "son conocedores de la región fronteriza y comparten un sabio desprecio por las políticas torpes e inadecuadas aplicadas por el gobierno de Bush, como la valla fronteriza", y Solís "es una conocida defensora de los trabajadores y los inmigrantes", expresó.

No obstante, como senador de EU, Obama apoyó la construcción del muro fronterizo para detener a los migrantes ilegales, además de brindar más recursos a las policías fronterizas.

También prometió castigar a los empleadores que contratasen indocumentados y dar beneficios fiscales a las empresas que emplearan mano de obra estadounidense.

En el escenario más optimista, los migrantes podrían esperar la legalización de su situación en EU, así como tratos igualitarios para puestos de trabajo, salud y vivienda.

En la realidad, estos beneficios se darán por cuotas y tiempos.

"Aquellos con mayor tiempo de estancia y los más calificados serán muy probablemente quienes sean atendidos en primera instancia debido a estas condiciones, los menos calificados deberán esperar un poco más", agrega Susana Chacón.

La ventaja de México, por tanto, consistirá en aprovechar que los ojos de EU están puestos en cómo salir de la crisis financiera, lo que da al país espacio de maniobra para promover los temas que considere más importantes en la relación bilateral.

"La clave no es esperar, sino cabildear y aprovechar este espacio para definir intereses comunes que sean más fáciles de llevar a cabo", finalizó Chacón.

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