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Cuba, tema central de arranque de cumbre

Mandatarios de AL presionan a EU para que acepte la reincorporación de La Habana sin condiciones; Obama pidió Puerto España no culpar a su país por cada problema que ocurre en el hemisferio.
sáb 18 abril 2009 06:00 AM
El president Barack Obama en la apertura de la Cumbre de las América. (Foto: Reuters)
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Gobernantes de 34 países americanos comenzaron el viernes a debatir los desafíos del continente, en una cumbre dominada por la exclusión de Cuba del foro y la presión para que Estados Unidos acepte su reincorporación sin condiciones.

Pese a los desacuerdos existentes en la región, la cita se inició con un cálido saludo entre los presidentes de Estados Unidos y de Venezuela, Barack Obama y Hugo Chávez, quienes estrecharon sus manos entre risas.

"Quiero ser tu amigo", le dijo a Obama el líder venezolano, punta de lanza en la región contra Washington, poco antes de la sesión inaugural.

El mandatario estadounidense también estrecho manos con su colega de Bolivia, Evo Morales, otro duro crítico del "imperialismo" de Estados Unidos.

La reunión en Puerto España es la primera cita de Obama con todos los líderes latinoamericanos, excepto el cubano, en un encuentro en el que se prevén también fuertes discusiones sobre la crisis económica que golpea a una región ya castigada por la pobreza y la violencia.

En su discurso en la ceremonia inaugural de la Quinta Cumbre de las Américas, Obama dijo que es importante reconocer los errores cometidos por Estados Unidos en el pasado, pero pidió no culpar a su país por cada problema que ocurre en el hemisferio.

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"Eso es parte del cambio que debería ocurrir, esa es la vieja forma", expresó.

Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Fernández, le pidió que reconsidere la situación de Cuba y saludó las recientes medidas estadounidenses para relajar el embargo.

Más duro, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, criticó la ausencia de Cuba y de Puerto Rico del foro hemisférico.

Al llegar a Puerto España, el mandatario estadounidense dijo que su país busca un nuevo comienzo con Cuba y que está listo para abordar temas de derechos humanos, inmigración y economía, una agenda que encuentra resistencia en los países de América Latina, que rechazan inmiscuirse en asuntos domésticos de la isla.

La propuesta de Washington fue anticipada reiteradas veces antes del encuentro en Trinidad y Tobago, lo que llevó al presidente cubano, Raúl Castro, a responder que su país estaba abierto a dialogar con Estados Unidos acerca de "todo".

"Derechos humanos, libertad de prensa, presos políticos, todo, todo, todo lo que quieran discutir", dijo Castro el jueves en la noche en una reunión con líderes izquierdistas celebrada en Venezuela.

Cuba no participa de la cumbre por estar excluida del sistema interamericano desde 1962.

La OEA

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo que propondrá en junio derogar en forma directa la resolución que excluyó a Cuba del foro, justificada en su momento por pertenecer al desaparecido eje "chino-soviético".

Las transitadas calles de Puerto España se encontraban fuertemente vigiladas para una cumbre en la que fue necesario usar dos cruceros transatlánticos para albergar a funcionarios americanos y periodistas de todo el mundo.

Desde República Dominicana, y poco antes de llegar a Puerto España, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo que la respuesta cubana era bienvenida y representaba un esbozo de un acercamiento, pero marcó los límites del campo de juego.

"Dejemos la ideología de lado, es cosa del pasado. Vamos a descifrar cómo podemos ayudar a la gente, cómo vamos a hacer para tener gobiernos que respeten a su propio pueblo", señaló.

"Estados Unidos quiere unir nuestro hemisferio. Este es nuestro patio trasero", dijo, remitiendo a una frase que anteriormente causó irritación entre los países de la región.

Los países latinoamericanos argumentan que la marginación de Cuba es inútil y obsoleta y que la política estadounidense de aislarla no ha dado resultado.

Pero a que ha sido un tema que ha destacado hasta ahora, la discusión de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no está en la agenda formal de la cumbre de Trinidad y Tobago, programada más bien para el debate de asuntos sobre formas de combate a la crisis financiera, cooperación en energía y seguridad.

Crisis

Estados Unidos ha dejado claro que quiere establecer, a partir de la llegada de Obama al poder, un nuevo y productivo lazo con la región tras años de desencuentros por las resistidas políticas aplicadas durante las presidencias consecutivas de George W. Bush.

Pero ese conciliador mensaje podría no ser suficiente para aplacar a los más duros críticos de la política de Estados Unidos, como Chávez, quien afirmó que no respalda el proyecto de la declaración con que la cumbre debe concluir el domingo.

Chávez dijo además que la crisis es culpa del capitalismo y llamó a la búsqueda de alternativas que promuevan la solidaridad en vez de la competencia.

El asesor de asuntos latinoamericanos de la Casa Blanca, Dan Restrepo, dijo que la crisis económica y los esfuerzos por sacar a América Latina de la pobreza deberían ser los principales asuntos de la reunión.

"Las personas se están enfocando en cómo podemos enfrentar la crisis económica, cómo lograr que Latinoamérica no termine en otra década perdida", explicó.

 

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