Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Vivo como un empresario y empleado chino

Carlos Vera, restaurantero en China, considera responsable la actitud del país asiático; dice que recibieron un aviso oportuno para no recibir a familiares o amigos hasta pasar el susto.
jue 14 mayo 2009 06:00 AM
El empresario recibió el apoyo de la comunidad china. (Foto: Carlos Vera)
Carlos Vera (Foto: Carlos Vera)

Hace no muchos años tuve el un sueño que se convirtió en un deseo y después en una realidad. Pero antes de hacer realidad mi sueño tuve la fortuna de tener grandes amigos, uno de ellos me dijo, antes de viajar al extranjero, conoce tu México, sus rincones, montañas, gente, playas y la más rica, sabrosa y exquisita comida que nunca haya yo probado.

Así me di a la tarea de con amigos, solo o familia recorrer esos rinconcitos.

Hoy en día llevo a México en la piel y es maravilloso.

Desde hace más de 4 años vivo en Beijing, China, que al igual que México, es un país maravilloso lleno de color, tradición, cultura, armonía y gente de calidad.

Es un mundo nuevo, una cultura llena de misticismo y magia. En este país vivo como un empresario, estudiante, amigo y empleado chino.

No basta con un viaje de 1 o 6 meses para tratar de conocer esta cultura, se requiere de valentía, capacidad de adaptación, entendimiento, apertura a lo desconocido y aceptación a todo lo que enfrentas, desde la comida hasta el comportamiento de las personas, del idioma a los dialectos y del invierno al verano.

Publicidad

Por ello hoy como mexicano, pido una disculpa en nombre del pueblo chino a los mexicanos, que en un momento de pánico, crisis e histeria, no supimos comprender los sentimientos de los chinos.

Estoy seguro, que lo sucedido no fue más que un problema de comunicación y ahora, con  las cosas más tranquilas, podemos sentarnos y actuar civilizadamente.

Tenemos la capacidad de entender el sentimiento de resguardar y proteger a la familia porque somos hermanos todos y también somos protectores de nuestras familias.

Sin ir tan lejos, cuando un familiar está enfermo de viruela, por ejemplo, entendemos que esa persona no puede estar en contacto con nosotros por 40 días mínimo (no soy doctor pero más o menos). En ese periodo no podemos visitar su casa para proteger la integridad física de las personas que queremos.

Debemos cooperar con las medidas de higiene y sanitarias para que todo marche bien y esa persona se recupere y en un futuro próximo podamos estar juntos de nuevo, ¿no?

Siendo un poco mas científico o profesional en lo que les quiero decir, es que entre muchas cosas podemos citar la Teoría de las necesidades de Maslow estando seguros que podemos entender que primero están nuestras necesidades básicas, como ir al baño o comer, y después nuestras necesidades de seguridad, que son a las que me refiero.

No intento herir o desmentir a nadie, solo comprensión de los mexicanos hacia China y de chinos a mi país.

Somos humanos, tenemos sentimientos, sensaciones e inteligencia, por muy duro que sea esta revisión o medida, lo entendemos y acatamos las órdenes de quienes nos protegen, esto no tiene que ver con los chinos, mexicanos o australianos, esto sólo tiene que ver con que somos humanos.

Sé que los chinos hirieron los sentimientos de México, vivo aquí conozco las reglas y lineamientos del gobierno y a veces son demasiado estrictas.

Pero tampoco es tan difícil entender que es la madre de todos los chinos y como madre solo desea resguardar a sus hijos.

Hablando por los mexicanos residentes en China o por casi todo ellos, puedo decir que la cultura no es tan sencilla como parece, vivir aquí parece sencillo pero no lo es, sobre todo para aquel que sabe que desea radicar en este país.

Con lo que sucedió, las familias de los mexicanos residentes en China se asustaron, así como las de los que estaban de paso como de los recién llegados.

Beijing tomó rápidamene las medidas para poner a los mexicanos en un mejor estado dada la situación de emergencia. No estuve ahí, no sé cómo pasó, pero sí sé que no fue para todos los mexicanos ni sólo a mexicanos.

Para los mexicanos que vivimos en China, más que agresiones y discriminaciones, recibimos amor, calor humano y una mano amiga que se preocupó por nuestros problemas: vives en China y tu familia está en el foco rojo, y también, eres mexicano y sientes a flor de piel.

Sin embargo, he recibido por parte de todos mis amigos, extranjeros y chinos, todas las atenciones para mis amigos, familiares y mi persona por este suceso que ahora afecta a mi querido México.

Muchos de los mexicanos y extranjeros que vivimos en China tuvimos un aviso oportuno, en el que se nos pidió evitar recibir familiares o amigos del exterior como medida de protección hasta pasar el susto.

Lo comprendimos y sabemos que no fue una agresión ni discriminación, están protegiendo nuestra salud y la de todos los chinos. Y yo vivo aquí, por lo tanto me protege esta acción.

Invito al presidente Felipe Calderón a que piense en la buena relación que tiene con China y que reanude con profesionalismo y diplomacia las relaciones de amistad que tenemos con esta comunidad.

También, le pido al presidente de China, Hu Jintao, a reflexionar que en futuras situaciones difíciles nos apoyemos en la comunicación. Su país tiene muchos habitantes que hablan perfecto español y pudiesen ser un puente perfecto para las relaciones entre ambos pueblos para entender los sentimientos y las culturas.

Creo que China y México son naciones hermanas, que podemos trabajar juntos en las buenas y en las malas para sobresalir primero como países en desarrollo y después como parte de la cooperación y desarrollo de nuestra sociedad.


*Empresario mexicano fundador de Banquetes Garibaldi, un restaurante de comida mexicana en Beijing, primero en introducir la tortilla en China.

 

 

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad