Harp Calderoni sorprendía a su padre

Al empresario Alfredo Harp Helú le tocó vivir una de las experiencias más difíciles que cualquier persona puede pasar: la muerte de un ser querido y, peor, la muerte de un hijo.

Con tan sólo 39 años de edad, Alfredo Harp Calderoni falleció a las 03:00 de este domingo en la ciudad de México, víctima de un infarto fulminante.

En su libro "Vivir y morir jugando béisbol", Harp Helú señaló que para él hablar de sus hijos en unas cuantas líneas era una tarea difícil.

"Ellos ocupan mis sentimientos, gozo sus éxitos, me preocupan sus angustias, en fin, me he dado cuenta de que ser manager de hijos es una labor incansable que jamás termina", señala.

Cuando era todo un hombre en plenitud, Harp Helú describía así a Harp Calderoni:
"Mi primogénito, Alfredo, es un gran deportista, tiene una agilidad sorprendente para correr las bases, es el más extrovertido de mis hijos, un gran compañero de equipo. Desde joven comenzó a practicar en el campo del sector bursátil, pero pronto encontró su camino a través del mundo empresarial ".

En las propias palabras del padre del joven empresario, Harp Calderoni sabía "aceptar consejos y recomendaciones", además de que era un hombre muy responsable.

"Me alegra que sea un hombre responsable, hábil para pegar buenos batazos en sus siguientes campeonatos y, sobre todo, goza de una independencia que lo hace valiente para enfrentar en cada juego".

Sin embargo, la vida le jugó una mala pasada y se lo llevó antes de tiempo. Antes de inculcarle las mismas enseñanzas que le dio su padre en vida a sus dos hijos: Alfredo y Michelle.

"La vida se pasa tan rápido, parece que fue ayer cuando los cargaba en mis brazos", expresó alguna vez Harp Helú.