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Honduras pide a Zelaya aplazar regreso

El Gobierno interino aconsejó al político que vuelva a Honduras después de las elecciones; sin embargo, Manuel Zelaya prosigue su marcha hacia la frontera del país junto con sus seguidores.
vie 24 julio 2009 12:07 PM
El destituido mandatario hondureño, Manuel Zelaya, desoyó las recomendaciones y se dirige de vuelta a su país. (Foto: Reuters)
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El Gobierno interino de Honduras aconsejó el viernes al depuesto presidente Manuel Zelaya que regrese al país tras las elecciones de noviembre por la "puerta grande" y deseche su plan de volver en las próximas horas.

El llamado del ministro interino de Defensa de Honduras, Adolfo Leonel Zedillo, se produjo en momentos en que Zelaya se encamina a ingresar a su país a través de la frontera con Nicaragua, desde donde se desplaza apoyado por una caravana de partidarios.

Zedillo conminó al derrocado mandatario a ingresar por la "puerta grande" para presentarse ante las autoridades, que lo acusan de haber violado la Constitución por haber intentado convocar a un referendo sobre la reelección presidencial.

"Zelaya debe venir al país según nuestro concepto después de las elecciones, que las almas estén calmadas y presentarse ante las autoridades", dijo Zedillo a la radio colombiana Caracol.

"Nosotros esperamos que si toma la decisión (de ingresar al país) lo haga por la puerta grande", agregó.

Las negociaciones para buscar una salida a la crisis de Honduras producto del derrocamiento de Zelaya hace casi un mes aún no han arrojado frutos pese a la mediación de varios países de la región, debido a la radicalización de las partes.

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Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha manifestado que no reconocerá al Gobierno que surja de las elecciones en Honduras si no se restituye antes a Zelaya en su cargo.

Muchos temen que un regreso de Zelaya cause una ola de violencia en Honduras, dividida entre sus seguidores y detractores debido a su cercanía con el presidente venezolano, Hugo Chávez.

Cientos de hondureños opositores al golpe militar del 28 de junio marchaban a su encuentro en la frontera con Nicaragua, pese a que militares bloqueaban la carretera para impedir su avance.

Pese a haberlo expulsado del país, el Gobierno de facto dice querer encarcelarlo por supuestamente haber violado la Constitución al querer realizar una consulta popular que abriera paso a la reelección presidencial.

Zelaya no ha revelado por dónde atravesará la frontera de más de 900 kilómetros entre Honduras y Nicaragua.

El Gobierno de facto instalado tras el golpe puso a militares y policías en máxima alerta en la frontera.

Soldados y policías antimotines con rifles, escudos y municiones de gases lacrimógenos bloqueaban el viernes a cientos de manifestantes de Zelaya en una carretera de Honduras unos 10 kilómetros antes de llegar a la frontera con Nicaragua.

La Secretaría de Defensa advirtió en un comunicado que no se responsabilizaría por la seguridad de los manifestantes.

Mercosur presiona a Micheletti

Los presidentes del bloque de países sudamericanos Mercosur agudizaron el viernes la presión externa para que sea reinstaurado el depuesto mandatario de Honduras, aunque aún intentaban un consenso sobre el tono de la condena y sanciones al Gobierno de facto.

Los mandatarios coincidieron en el contundente rechazo al golpe de Estado del 28 de junio que sumió a Honduras en su peor crisis política en cerca de dos décadas, pero algunas delegaciones discreparon en cuanto a la mediación diplomática y exigieron duras sanciones contra quienes dirigieron el derrocamiento de Manuel Zelaya.

La declaración sobre Honduras aún estaba siendo revisada luego de que el jueves funcionarios de alto rango del bloque no lograron ponerla a punto tras una acalorada discusión acerca de la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y sobre las sanciones.

En el inicio el viernes del encuentro semestral del grupo, que se reunió en las afueras de Asunción, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió a sus colegas un pronunciamiento enérgico sobre los acontecimientos ocurridos en el país centroamericano.

"Creo que deberíamos hoy tener un pronunciamiento muy claro y contundente", dijo Fernández en el encuentro.

"Sucedieron hechos e intervenciones que tienden a demorar lo que debe ser la restitución sin ningún tipo de condicionamientos a quien es el presidente constitucional", agregó en relación a Zelaya, quien el viernes intentaba retornar a su país.

Su posición apoyó a la de la delegación de Venezuela que, pese a la ausencia del presidente Hugo Chávez en el encuentro y que aún tramita su adhesión al Mercosur, se hizo sentir y pidió condenas más fuertes para los golpistas.

"Debemos dar señales de acción concreta, como la suspensión del ingreso de los golpistas a nuestros países y otras medidas contra las acciones oscurantistas", dijo la coordinadora de la Comisión Presidencial del Mercosur de Venezuela, Isabel Delgado.

Pese a las revisiones pedidas al contenido de la declaración final, todos los mandatarios coincidieron en la condena al primer golpe de Estado en la región en cerca de dos décadas.

"Honduras es una herida que sangra en la democracia regional", expresó el presidente paraguayo, Fernando Lugo, al abrir el encuentro en la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

La cita congregó a los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay -miembros plenos del Mercosur- y de las naciones asociadas, Chile y Bolivia.

Los presidentes llegaron a los suburbios de Asunción luego de que los ministros de la región acordaron el jueves ampliar a todo el bloque el uso de las monedas locales para las transacciones comerciales.

Sin embargo, las diferencias comerciales quedaron nuevamente en evidencia al fracasar el diálogo para eliminar trabas aduaneras entre los países del bloque.

Los desacuerdos, entre los que se destaca la falta de consenso para eliminar el doble cobro del Arancel Externo Común, fueron el saldo de las reuniones previas.

La falta de medidas conjuntas para combatir la crisis económica internacional generó críticas entre cancilleres y ministros de Economía, que, sin embargo, manifestaron la necesidad de afianzar el Mercosur.

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