Honduras militariza a su frontera
Un cordón de militares y policías rodea el hotel en el que se encuentra Xiomara Castro, esposa del depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya, cerca de la aduana fronteriza de Las Manos, en El Paraíso, limítrofe con Nicaragua. La radioemisora local Globo reportó este miércoles que la zona de la frontera con Nicaragua está totalmente militarizada, además siguen los retenes militares en la carretera que conduce de Tegucigalpa a la localidad de El Paraíso.
En la zona dejan "pasar a periodistas y vehículos después que son registrados en forma minuciosa en busca de armas" que podrían hacer estallar la volátil situación social que priva en este país.
"Tenemos temor, no confiamos en la seguridad que nos pueden brindar las Fuerzas Armadas, la policía y la única forma que podríamos cruzar la frontera es acompañados con la gente que está con nosotros", dijo la esposa de Zelaya a la radioemisora local.
Desde el hotel donde se aloja Castro, en El Paraíso, a unos 15 kilómetros de la aduana de Las Manos, indicó que está con sus hijos, entre ellos su hija Zoé, quien está embarazada de siete meses, su nieta Irene de cuatro años, así como su madre y su suegra Hortensia Rosales.
Relató que el martes creyó que podría cruzar la frontera, porque fueron acompañados por el abogado Nery Velásquez, segundo del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), quien portaba un Hábeas Corpus extendido por la Corte Suprema de Justicia.
Explicó que, sin embargo, el funcionario de la pro gubernamental Conadeh, se negó a enseñarle el documento "sólo aquellos párrafos que tenían su nombre y el de su familia que estaban autorizados para movilizarse en la zona".
"Es cierto que quiero ver a Mel, darle un abrazo, pero ese mismo deseo tienen mis hijos, también su madre", manifestó Castro, tras indicar que luego el abogado del Conadeh le expresó que "sólo podían pasar ella y su hija".
Denunció que el hotel donde se hospeda está rodeado de militares, policías, y esta madrugada llegaron a gritarle con megáfonos al lugar grupos de la denominada "Unión Cívica", caracterizados por usar camisetas blancas, y le exigían que abandonara el lugar.
"Soy hondureña y como hondureña, puedo estar en cualquier parte de mi país", manifestó la esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya.