Micheletti ofrece renunciar al poder

El presidente de facto de Honduras ofreció renunciar y apoyar el regreso del presidente Manuel Zelaya, si éste acepta abandonar su cargo, de acuerdo con un plan presentado el jueves. La oferta de Roberto Micheletti no es muy diferente de otras que ha presentado, excepto porque implica una amnistía para Zelaya, al que se le interpusieron varios cargos después del golpe de estado del 28 de junio.

Arturo Corrales, un negociante de Micheletti, informó que el plan de amnistía deberá ser aprobado por el Congreso, aunque subrayó que permitir el regreso de Zelaya, el cuarto punto de la oferta de cinco apartados, es algo nuevo.

"Nunca había sido mencionado antes", dijo.

Zelaya y la comunidad internacional insisten en que su salida fue ilegal y que su presidencia debe restaurarse para cumplir con el resto de su presidencia, que terminaría en enero.

Micheletti ha ofrecido su renuncia en otras ocasiones pero bajo la condición de entregar la presidencia a otra persona designada constitucionalmente. El posible sustituto sería el presidente de la Corte Suprema, Jorge Rivera, cuya corte emitió una orden de arresto contra Zelaya durante el golpe de estado.

Micheletti presentó el plan el martes a una delegación de la Organización de Estados Americanos en Tegucigalpa. La delegación, que incluía al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no dijo nada al respecto y su aprobación sería poco probable, según Corrales.

"El señor Insulza ve difícil que esto pueda ser aceptado", agregó.

Zelaya fue acusado de falsificación de datos públicos, fraude y abuso de autoridad en relación a la presunta malversación de dos millones de dólares en fondos gubernamentales para pagar anuncios publicitarios de su gobierno en enero.

Al parecer esos cargos no entrarían en la amnistía propuesta por Micheletti. Los cargos por traición, usurpación de poderes a dependencias, abuso de autoridad y delitos contra la forma de gobierno, que también enfrenta Zelaya, sí serían anulados.

El plan también contempla invitar a observadores internacionales como la OEA, el Centro Carter y la Unión Europea para que vigilen las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.

Zelaya fue depuesto cuando intentaba realizar un referéndum para cambiar la Constitución, una medida que fue rechazada por la Corte Suprema de Honduras, el Congreso y el ejército.