Los narcos sienten presión: Pascual
El incremento de la violencia en el crimen organizado no se debe a que se estén haciendo las cosas mal, sino, al contrario, a que los narcotraficantes "están empezando a sentir la presión", consideró el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual.
En conferencia de prensa para evaluar el trabajo de la embajada a su cargo durante 2009, el diplomático sostuvo que el secuestro, la extorsión y otros delitos deben verse como parte del fenómeno.
Pascual explicó que la cooperación binacional y la corresponsabilidad que ambos países han mantenido comienzan a dar frutos, pero continuarán y se profundizarán a partir del próximo año.
Dijo que las relaciones entre México y Estados Unidos son diversas, producto de que durante el año los presidentes Barack Obama y Felipe Calderón se reunieron por lo menos diez veces.
El embajador insistió en que la cooperación alcanzada mediante la Iniciativa Mérida ha sido fructífera y continuará, aunque aclaró que ninguna de las agencias especializadas en materia de seguridad de Estados Unidos mantiene personal operativo en el país.
En un amplio análisis sobre los temas de la relación se refirió a los derechos humanos y aseguró que la actuación del Ejército Mexicano en labores de seguridad pública "no es la solución final".
Planteó que México y Estados Unidos trabajan, también, de manera conjunta en esa materia y que hay un interés muy activo del Gobierno de Obama por acompañar a México en su proceso de reforma judicial y en la construcción de instituciones más sólidas.
Carlos Pascual adelantó que en 2010 se abordará de manera muy importante el tema del cambio climático y la generación de energías limpias.
Como ejemplo citó que con inversión estadounidense, mexicana y del Banco Interamericano de Desarrollo el próximo año se construirá una planta de generación eólica de energía con un valor de 80 millones de dólares, que podrá generar 250 megawatts.
En cuanto a la relación bilateral en la frontera, indicó que el muro que instala el país vecino es sólo una parte táctica que ha funcionado para controlar mejor las actividades delictivas de mexicanos hacia Estados Unidos y de estadounidenses hacia México, sobre todo en tráfico de armas y de dinero.
