La OCDE pide a México más liberalización
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que los "obstáculos explícitos" que hay en México para los inversionistas, en particular los extranjeros, en sectores como la energía o las telecomunicaciones deberían eliminarse para que el país redujera su diferencial en el nivel de vida con Estados Unidos.
En el reporte “Economic Policy Reforms: Going for Growth 2007” (La política de reformas económicas. Hacia el crecimiento 2007) publicado este martes, la OCDE dedica un capítulo a nuestro país y recomienda “eliminar los obstáculos jurídicos a la inversión privada en electricidad, petróleo y gas”.
El organismo con sede en París considera que otra prioridad para México debe ser la simplificación del sistema fiscal, así como ampliar la base de productos a la que se aplica el IVA, y facilitar la administración de este impuesto.
Asimismo, la institución exhorta a México a revisar las modificaciones realizadas durante 2006 a la Ley de Radio y Televisión, para reforzar la competencia y evitar que "se traduzca en prácticas con ventajas suplementarias para los operadores históricos”, que puedan afectar a otras empresas que quieran participar en el sector.
Las restricciones “obstaculizan la competencia y las transferencias de tecnología" subraya el informe en su capítulo para México; donde aconseja además “flexibilizar las reglas que dificultan la inversión extranjera, sobre todo en sectores como la electricidad y la telefonía, así como en ciertas profesiones, como la construcción y los transportes".
La OCDE responsabiliza la baja productividad a la brecha en los niveles de vida de los mexicanos con respecto a Estados Unidos (país de referencia del informe) y se muestra especialmente severa con el sistema educativo mexicano.
"Los niños mexicanos pasan poco tiempo en la escuela y los resultados de los alumnos están entre los más mediocres de la OCDE, lo que frena el crecimiento de la productividad y la adopción de las nuevas tecnologías", argumenta.
El documento afirma que México ha hecho poco para mejorar la calidad de la enseñanza, por lo que aconseja a nuestro país “apostar por una reorientación del gasto educativo en favor del nivel secundario”.
La finalidad es obtener una mejor relación costo-eficacia, para lo que habría que modernizar los programas, optimizar el sistema de evaluaciones y recompensar –ó sancionar- tanto a los enseñantes como a los centros educativos, a fin de hacerlos “mas responsables”.
Por último, con respecto a las políticas de estado, la OCDE pide a México "mejorar el Estado de derecho"; hacerlo más transparente, con derechos de propiedad más claros y una aplicación más previsible de las leyes, que facilite a las empresas su desarrollo y que pueda atraer inversión extranjera.
