Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Nissan le pondrá ruedas al Smart

El pequeño biplaza de Mercedes-Benz trata de ganar mercado en una alianza con la firma nipona; Smart debe satifacer varias demandas de autoridades en materia de emisiones y ahorro de gasolina.
vie 15 octubre 2010 11:52 AM
Este es el modelo concepto de 4 puertas entre Nissan y Mini. (Foto: Cortesía Fortune)
mini nissan mercedes-benz (Foto: Cortesía Fortune)

Debido a las bajas ventas del original auto Smart de dos puertas, su distribuidor en Estados Unidos, Roger Penske, ha llegado a un acuerdo con Nissan para que le proporcionen un auto pequeño que pueda portar también el nombre Smart.

La medida deja ver el descontento de Penske con Smart, y también representa el abandono de las ambiciones iniciales de Smart de revolucionar la producción de los coches pequeños.

Smart fue la creación de Nicolas Hayek, director ejecutivo de Swatch en la década de 1980. Hayek quería llevar las estrategias de producción de Swatch al negocio automotriz. Tras desarrollar el concepto, alcanzó un acuerdo con el fabricante alemán Daimler para construir el auto y aportar la mitad del capital. Para el momento en que se lanzó el micro-coche, en 1998, Daimler había adquirido todas las participaciones de la compañía y Hayek ya no participaba.

Los pequeños coches fueron un éxito inmediato en Europa, especialmente en las ciudades donde los conductores podían aparcarlos en espacios reducidos. Pero la euforia no produjo ninguna ganancia. Daimler no pudo ponerles un precio que compensara la ingeniería especializada y la limitada oferta, y terminó perdiendo más de 5,000 millones de dólares en un periodo de cuatro años.

Con el tiempo, las operaciones de Smart fueron asumidas por la compañía matriz de Daimler, Mercedes-Benz, y en 2006 Smart se convirtió en una división de vehículos de pasajeros de la Benz. Pese a sus altibajos, el distribuidor Penske se interesó en la marca y en enero de 2008 comenzó a distribuir los autos Smart en el mercado estadounidense.

Los tiernos biplaza ganaron popularidad porque los precios del combustible eran altos, y en el primer año se vendieron 24,622 unidades. Pero el entusiasmo pronto pasó cuando los compradores descubrieron que el Smart manufacturado en Europa era relativamente costoso (su precio inicial era de 13,990 dólares) y su conducción no divertía (los coches tendían a bambolearse en carretera y la transmisión producía cambios bruscos).

Publicidad

A pesar de su minúsculo tamaño (más pequeño que un Mini), el consumo de los Smarts no resultó tan eficiente. El Smart rinde 33 millas por galón en ciudad y 41 en carretera, mientras que el Honda Fit -que puede llevar cuatro pasajeros- rinde 27 millas por galón en ciudad y 33 en carretera.

Una vez que se desvaneció la novedad, las ventas del Smart se hundieron. El último mes solamente se vendieron 422 vehículos. Penske, con su sagacidad para los negocios, buscó una solución.

La encontró en Nissan. Tiempo atrás Nissan y su socio francés Renault habían acordado compartir su micro-coche con Smart para el modelo del año 2013. Penske decidió que no podía esperar hasta entonces y llegó a un acuerdo con Nissan. El fabricante japonés proporcionará a Smart un coche de cuatro puertas basado en la plataforma de un subcompacto, aparecerá en el mercado dentro de un año.

Penske invertirá más de 25 millones de dólares para modificar el vehículo de Nissan de forma que tenga la imagen de la marca Smart. El coche no le reportará mucho dinero, pero les dará a sus concesionarios otro producto para vender.

La historia se repite

La metamorfosis de Smart de un fabricante boutique de vehículos a una empresa que presta su marca a autos desarrollados por otros es similar al camino que recorrió Saturn de General Motors.

Cuando el fabricante no pudo mantenerse a flote comenzó a comercializar coches desarrollados por otra filial de GM, Opel. El esquema no funcionó y Saturn cerró en medio de la bancarrota de GM.

Saturn nunca hizo dinero para GM durante sus 20 años de vida, en cambio, podría haber consumido cerca de 15,000 millones de dólares. Y si bien Smart no revela ya sus resultados financieros, es poco probable que opere en números negros.

Por ahora Daimler necesita a Smart para satisfacer los criterios gubernamentales en emisiones de CO2 y economía de combustible. Pero todos los que tienen relación con la marca se preguntan si Smart podrá evitar la suerte de Saturn.

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad