Schumacher regresa a inyectar adrenalina a la Fórmula Uno
Cuando le preguntaron al polémico Michael Schumacher sus pronósticos sobre la temporada que empieza el 14 de marzo en el Circuito Internacional de Bahréin, respondió tajante: "No es un hobby, ni un chiste. Vengo a ganar".
Desde que el heptacampeón (y máxima figura del automovilismo en la historia) anunció su regreso, no hay un solo aficionado al deporte de los motores que no esté ansioso por volver a ver a 'Schumi' rodar por las pistas del mundo.
Será extraño ver al alemán sin el uniforme rojo que caracterizó sus mejores épocas en Ferrari, sin embargo éste no es un cambio tan drástico.
Ahora en el equipo Mercedes GP, Schumacher será cobijado por la mente maestra detrás de sus siete campeonatos; el británico Ross Brawn, quien fue director técnico de Ferrari de 1997 a 2006. De hecho, el corredor declaró que una de las razones principales por las que aceptó el contrato de la firma alemana es la presencia de Brawn como figura principal. La mancuerna Schumacher-Brawn debe de dar terror a cualquiera que no vista el color plateado de Mercedes-Benz.
A Schumacher lo acompañará el también alemán Nico Rosberg, quien viene de la escudería Williams.
A sus 24 años, Rosberg está listo para brillar a lo grande, con un monoplaza que le permitirá demostrar su talento. Hay quienes dicen que el joven será opacado por la presencia de Schumacher y que eso causaría conflicto, sin embargo Rosberg le cedió el número 3 del automóvil a Michael, quien dice que le sientan mejor los números nones. De ese tamaño es Schumacher aunque solamente Rosberg sabrá si ese acto de humildad fue sincero o no.
Por otro lado están sus rivales. Ninguno debe de estar contento con el regreso de quien monopolizó la Fórmula 1 durante años. Desde que se fue hubo más competencia, más rivalidades, más diversidad. Pocas veces se han registrado cuatro campeones del mundo batiéndose a rebases en la misma pista como sucederá este año: el español Fernando Alonso (Ferrari), los británicos Lewis Hamilton (McLaren) y Jenson Button (McLaren) y por supuesto, Michael Schumacher. Además del heredero de 'Schumi', el también alemán Sebastián Vettel (Red Bull).
La mesa está puesta. Irónicamente un tipo de 41 años le vino a inyectar una dosis de vida que ya le hacía falta a la Fórmula 1.
Mercadólogos, pilotos y aficionados ya calientan motores con el único objetivo de saber quién se atreve a ver antes que Schumacher la bandera a cuadros.
