Pedro Vivas de 18 años, demuestra que su único blanco es el oro olímpico
El joven arquero Pedro Vivas publicó en su página personal de Facebook el primero de agosto, una frase que podría pasar de profética a narrativa: “En México, todo puede ocurrir de un día para otro…”
Así fue para él, luego de partir con el contingente mexicano rumbo a Mayagüez 2010 como uno de los noveles arqueros en busca de experiencia y regresar de la cita Centroamericana como uno de los mejores recolectores de preseas de la delegación con seis medallas.
Originario de la pequeña ciudad de Tizimín (Yucatán), al sur de México, Pedro, de 18 años, aprovechó el reto regional con un oro, tres platas y dos bronces cuando era una incógnita tras apenas tener unos meses entrenando con el equipo elite en la capital mexicana.
En sus medallas de plata, sólo fue superado por el experimentado Juan René Serrano, un consagrado del arco mexicano con un cuarto lugar olímpico en Beijing 2008, y por equipos junto a Juan René y Luis Eduardo Vélez, otro arquero de talla olímpica, no se desdibujó con su novatés y se subió a lo más alto del podio aportando altas cuentas.
Un zurdo con grandes destellos
Pedro inició en el arco cuando rondaba los 12 años y desde que comenzó en el campo de prácticas, con un arco que le prestaba la asociación del estado, mostró que su perfil zurdo y su visión lo proyectaban a ser un buen exponente de este deporte.
Ernesto Lugo, presidente de la Asociación Yucateca, recuerda que el chico, quien proviene de una familia que no podía comprarle su propio arco, sorprendió desde sus primeros disparos y fue llevado a Mérida para tener un mejor entrenamiento. Su crecimiento se estancó por un momento, pero en los últimos meses ha retomado ese camino ascendente.
"Ha ido creciendo mucho en el aspecto mental. El muchacho está fuerte. Tiene técnica, paciencia y es muy tenaz”, explicó Lugo Sánchez. “El duró cuatro años un poco abajo del nivel que esperábamos y ahora en un año dio un brinco que pocos esperaban".
Pedro creció en un núcleo familiar muy unido y a los 17 años no terminó por adaptarse a entrenar en la Ciudad de México con el profesor Wong Lee, responsable de las selecciones mexicanas y el gran impulsor de este deporte en los últimos seis años, y terminó volviendo a su tierra, con su familia.
Effy Sánchez, presidenta de la federación, y una de las personas que junto a Lugo han visto el desarrollo de Pedro desde que era un niño, insistió para que este año regresara a la capital. En siete meses, Pedro confirmó que con los consejos de Lee podría explotar sus potencial.
"Es muy tranquilo, trabajador y obediente", dice Sánchez sobre el chico que confirmó a la zona maya, como una buena veta de arqueros con varios seleccionados procedentes de ese municipio. "Nunca pierde el piso. Ha ganado muchas medallas en la Olimpiada Nacional, pero siempre es noble y humilde".
Un largo disparo en el arco como futuro
Pedro está el último año de la preparatoria y tiene en mente continuar sus estudios en áreas relacionadas a los idiomas. Desde que está en la capital mexicana ha absorbido como esponja consejos de los demás seleccionados.
"Pedro Vivas se está enfilando por un buen camino y no dudo que nos pueda dar sorpresas a nivel internacional en Mundiales y Copas del Mundo", analizó Lugo. "Creo que va para arriba muy rápido, más rápido que cualquier otro arquero de los últimos años".
Sánchez también ve la explosión que ha tenido su paisano yucateco como un buen aliciente para el arco nacional a futuro, en su intensión de no sólo alcanzar plazas individuales para los Olímpicos de Londres 2012, sino buscar un boleto para equipos.
"El profesor Lee está muy contento con todo lo que ha crecido Pedro en tan poco tiempo de trabajo con él. Lo había visto y sabía de su potencial", explicó la federativa. “Ahora estos resultados de Mayagüez fortalecen el trabajo que se ha hecho y confío en que Pedro seguirá su proceso de crecimiento".
