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La capital china aún se beneficia de la fiesta olímpica de 2008

La ciudad de Beijing aún disfruta del legado que dejaron los Juegos Olímpicos, aunque también hay aspectos negativos que deben vencer
mar 03 julio 2012 10:50 AM
2008
nido de pajaro beijing 2008 2008

Nota del Editor: “Jaime’s China” (la China de Jaime) es una columna semanal que habla sobre la sociedad y la política en China. Jaime FlorCruz ha vivido y trabajado en China desde 1971. Estudió historia china en la Universidad de Pekín (1977-81) y fue corresponsal en Beijing y jefe de oficina de la revista TIME.

(CNN) — Han pasado cuatro años desde que fueron los anfitriones de los Juegos Olímpicos, pero al parecer su legado en Beijing sigue vigente.

“La gente de Beijing aún está embriagada con el espíritu olímpico”, apuntó mi hija Michelle de 21 años, quien está de visita en la ciudad este verano. Ella creció aquí y vivió la experiencia que tuvo la ciudad de ser la anfitriona de los juegos.

Como estudiante de preparatoria de 17 años, ella fue parte del grupo de relevos que cargó la antorcha unos días antes de que empezaran los juegos y se llevara a cabo la espectacular inauguración en el National Stadium, icónica estructura diseñada pensando en el nido de un pájaro.

“Las instalaciones deportivas parecen estar hoy un poco deterioradas, pero el espacio aún se utiliza”, dijo después de haber visitado la villa olímpica. “El nido de pájaro es ahora un lugar turístico y es el sitio para llevar a cabo eventos deportivos y de entretenimiento.

“El cubo de agua es ahora un parque acuático abierto al público que pague una cuota”, añadió refiriéndose al Centro Nacional de Natación diseñado para verse como un cubo azul.

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Michelle dice que los chinos apoyan a la ciudad de Londres, sede de los Juegos Olímpicos de 2012 que tendrán lugar este verano.

“Tienen enorme anuncios promocionando los Juegos Olímpicos de Londres”, dijo. “Incluso hay uno de los emblemáticos camiones rojos londinenses dentro del cubo de agua y ví que muchos de los visitantes se tomaban fotos junto a él”.

Con los juegos de Londres a menos de un mes de que inicien, los observadores en China se preguntan: ¿qué legado dejaron los Juegos Olímpicos en Beijing?

“El legado es malo y bueno”, opinó James McGregor, asesor de comunicaciones de la firma APCO en China, y residente de la ciudad de Beijing desde hace algunos años.

“El lado negativo es que China ahora tiene costosas instalaciones, o elefantes blancos, que mantener con dinero del gobierno ya que no pueden comercializarlas apropiadamente”.

“El lado positivo es la participación individual en los deportes y que ahora ha sido adoptado eso como un saludable estilo de vida”.

Los habitantes de Beijing están orgullosos de haberlo logrado a pesar del escepticismo y las críticas.

“En general ha sido positivo”, dijo Zhang Wenjia, taxista de 36 años. “La infraestructura está mucho mejor, más turistas vienen de visita y el negocio sigue bien”.

China ha evitado el declive económico en gran parte por la escala, momento y potencial de su avasallante economía.

Con o sin los juegos de 2008, muchos concuerdan que China hubiera cambiado rápidamente de todas formas.

Aun así le acreditan a los Juegos Olímpicos ser el catalizador del cambio .

“El legado que dejaron los Juegos Olímpicos es multifacético, desde el hardware hasta el software”, dijo Wang Hui, directora de la oficina de información de Beijing y una de las voceras oficiales de los Juegos Olímpicos de 2008.

Ella acredita a los juegos por haber acelerado la modernización de la infraestructura de la ciudad, desde los caminos y las telecomunicaciones hasta las líneas del metro .

“En 2001, cuando Beijing ganó el honor de ser la ciudad sede, nuestra red de servicio del metro sólo tenía 60 kilómetros de longitud”, explicó. “Para 2008 había alcanzado los 200 kilómetros. A finales de 2011 había crecido a 372 kilómetros. Se planea expandirla a 660 kilómetros para el 2015.

También habló con orgullo de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de la capital Beijing, una terminal ultramoderna con forma de dragón. Con el paso de los años ha ayudado a liberar el sobre cupo de las otras dos terminales del aeropuerto.

“La T3 es ahora la terminal aeroportuaria más grande, con capacidad de albergar 66 millones de pasajeros al año, la tercera más grande a nivel mundial”, dijo Wang Hui.

El turismo entrante continúa siendo vasto gracias a la gran exposición mediática que tuvo China previo a los juegos olímpicos.

Los juegos le dieron a China la oportunidad de usar su legado histórico y cultural para atraer a la gente que normalmente no hubiera viajado a China.

¿Quién puede olvidar los espectaculares shows que el empresario cinematográfico Zhang Yimou orquestó durante las ceremonias de apertura y clausura para los Juegos Olímpicos?

Wang Hui comentó también que el software de la ciudad también ha mejorado. “Los hábitos de las personas están cambiando”, dijo.

Cada vez más residentes están aprendiendo inglés. Beijing se ha vuelto más cosmopolita, más internacional. Los Juegos Olímpicos han impulsado nuestro orgullo nacional y la imagen que tiene China en el extranjero.

Scott Kronick, presidente de relaciones públicas de Ogilvy para el norte de Asia, está de acuerdo.

“El mundo tuvo la oportunidad de ver una China distinta a la que está presente en los encabezados de los periódicos y las noticias”, dijo. “Creo que es justo decir que los Juegos le permitieron a China ser percibida bajo un concepto diferente”.

El concepto de hoy en día muestra a China en un estado de flujo, cambiando rápidamente, próspera y fuerte, pero también enfrentando problemas intratables.

“Los juegos ayudaron a China a integrarse más con el resto del mundo, y con eso vienen expectativas más grandes y diferentes, como la transparencia, asegurar el nivel de los campos de juego y más”, añadió Kronick, quien asesoró a los chinos y a los clientes multinacionales durante los Olímpicos.

Pero el empuje de modernización de Beijing, apresurado por las Juegos Olímpicos, ha venido con un precio. Esto incluye el desplazamiento de innumerables residentes y la desaparición de los famosos hutongs, las antiguas calles de la ciudad y sus interconectados barrios, muchos de los cuales han sido demolidos para abrir espacio a las nuevas avenidas y rascacielos.

El fotógrafo Xu Yong, quien publicó un libro de fotos de los hutongs de Beijing, apuntó irónicamente: “cuando fotografié los hutongs en 1989, en Beijing aún existían cerca de 2,000. Ahora sólo existen 200 hutongs típicos”.

Otro de los precios a pagar por el rápido crecimiento es la contaminación.

Los residentes de Beijing están ahora más conscientes de los problemas del medio ambiente, pero muchos proyectos ‘verdes’ aún permanecen sin concluir.

La ciudad ha destinado miles de millones de dólares para atacar los problemas medioambientales, esperando reducir la contaminación producida por la quema de carbón, prevenir las tormentas de arena con programas de reforestación y crear un Beijing más limpio y verde.

Pero cuatro años después de los Juegos Olímpicos los índices de contaminación aún arrojan altos resultados.

Frecuentemente los turistas que visitan el Nido de Pájaro lo encuentran cubierto por una gruesa capa de suciedad.

En 2007, un año antes de los Juegos Olímpicos, China prometió mayor libertad de prensa a los periodistas extranjeros que vinieran a hacer coberturas a China, diciendo que se les permitiría viajar libremente a través de la mayor parte del país y entrevistar personas con un permiso oficial.

China ha cumplido esa promesa, pero muy erráticamente.

En meses recientes, los periodistas extranjeros se han topado con numerosos obstáculos, especialmente en temas sensibles como el aniversario de las protestas de la Plaza Tiananmen, el Tibet y los disturbios en Xinjiang.

China aún bloquea el acceso a internet de manera rutinaria y encarcela a los periodistas, blogueros y disidentes.

Para bien o para mal, Beijing está cambiando rápidamente. Su imagen hoy en día está a años luz de aquella que alguna vez presencié cuando llegué aquí hace 40 años.

Pero gracias a todas sus fallas e imperfecciones, Beijing permanece como una ciudad encantadora y dinámica.

¿Existe alguna meta en Beijing relacionada con los Juegos Olímpicos que no haya sido comentada? Le pregunté a la exvocera Wang Hui.

“Si se refiere a metas aún no alcanzadas”, respondió, “está que nuestra selección nacional de futbol aún debe cumplir con las expectativas de nuestros ciudadanos”.

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