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Aficionados y equipo despiden a Miguel Calero en el estadio de Pachuca

Aficionados y excompañeros de equipo despidieron en una misa de cuerpo presente al exjugador fallecido este martes en la Ciudad de México
mié 05 diciembre 2012 04:38 PM

Miles de aficionados del Pachuca le dieron este miércoles el adiós póstumo al Cóndor colombiano Miguel Calero en una misa de cuerpo presente, en el mismo estadio Hidalgo donde el guardameta jugó durante once años por el equipo mexicano.

No fue un día común en Pachuca ni un día de partido, pero la afición, en un número mayor a 5,000, asistió al estadio Hidalgo y no fue para ver goles ni para disfrutar cómo los evitaba Calero, sino para despedirlo.

Una cita inesperada, un adiós definitivo fue el que los aficionados le dieron este miércoles al colombiano, fallecido este martes en Ciudad de México tras diagnosticársele muerte cerebral por una trombosis sufrida nueve días atrás.

El féretro azul decorado con el escudo del Pachuca, el club de sus amores al que Calero le entregó diez títulos, el que lo trajo a México en 2000 y con el que se retiró en el octubre de 2011, estaba prácticamente a mitad del estadio.

Desde el mediodía comenzaron a llegar los aficionados para acompañar hasta su última morada al Cóndor, de quien se venden fotos y paliacates (pañoletas) en su memoria por diez pesos, menos de un dólar.

Entre los aficionados todo eran recuerdos, lamentos, condolencias y anécdotas. Todos en Pachuca tienen una con el colombiano.

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Recuerdan su andanzas en el club, sus lances, sus goles, los más afortunados recrean algún contacto físico y alguna palabra que Calero les regaló.

Unas cien personas se arremolinaron cerca de la entrada a la que llegan los equipos en los partidos oficiales para esperar la carroza que trasladó al estadio el cuerpo de Calero para decirle adiós.

El público fue variado: niños, uno en especial que vistió como lo hacía Calero; jóvenes, la mayoría con camisetas del Pachuca y adultos, señoras y señores, que portaban fotos, revistas y pancartas para honrar su memoria.

Las espera fue corta y los aplausos largos. Los aficionados fueron los primeros en recibir a Calero. Adentro, "la familia del Pachuca", como llama Jesús Martínez, el presidente del Grupo Pachuca, ya lo esperaba. Ahí estaban amigos, familiares e integrantes del club.

En las tribunas el silencio se rompió con los constantes gritos de aliento de las barras del Pachuca. Algunos lloraban, es la emoción de despedir al amigo, al ídolo, al campeón.

En la cancha, al centro, se dispuso el sitio donde reposó, de manera momentánea, el cuerpo de Calero durante la misa de cuerpo presente y que sirvió para rendirle un homenaje en su casa, en su cancha.

El paso de todos los invitados a la ceremonia por una de las porterías fue inevitable. Fue el lugar en que Calero se hizo grande en México y por donde el féretro, cargado por sus excompañeros del Pachuca, también pasó.

Como en los días de campeonato cuando conquistó los títulos, el cuerpo de Calero dio una vuelta olímpica en medio de aplausos y gritos de la barra del Pachuca, que no olvidará a su héroe de mil batallas.

Ni en las tribunas ni en la cancha hubo resignación. Hubo dolor, llanto, lamentos. Los hijos del guardameta se acercaron al féretro, al tiempo que integrantes del equipo colocaron frente a la caja los diez títulos que conquistó el colombiano con el equipo.

Minutos más tarde, la misa comenzó, no si antes recordar, mediante un video, el día que Calero se retiró.

"Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería los colores del Pachuca", dijo Calero en la pantalla y los aplausos resonaron en la tribuna.

No fue un día común en Pachuca. Fue un día inusual para abrir el estadio Hidalgo, la casa del Pachuca y de Miguel Calero. La hinchada acompañó en su último vuelo al Cóndor, que ya voló directo a la inmortalidad.

Las cenizas se repartirán entre Pachuca y Colombia

Las cenizas del exguardameta serán repartidas entre su natal Colombia y Pachuca, informó este miércoles la familia.

"Les vamos a dejar un pedacito de Miguel", dijo Milton Calero al agradecer el homenaje a su hermano en el estadio Hidalgo con una misa de cuerpo presente.

La familia se llevará parte de las cenizas a Colombia y permanecerán en la casa de la madre del portero del Pachuca hasta que se decida su destino final.

La otra será dejada en Pachuca, en un nicho especial que será construido en la Universidad del Futbol, que maneja el equipo y en donde muchas ocasiones suele entrenar la plantilla profesional.

El presidente del Pachuca, Jesús Martínez, señaló que se mandarán a construir un total de 47 nichos funerarios, el primero de los cuales será destinado para los restos de Calero.

En Pachuca, reside actualmente la esposa de Calero y sus hijos, en tanto que el resto de su familia hizo el viaje desde Colombia para asistir a sus honras fúnebres.

La organización del Pachuca anunció también que el dorsal número 1, que llevó Calero en su suéter de portero, será retirado de la numeración del equipo para no ser utilizado nunca más.

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