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Colombia afianza su lugar en octavos tras empate de Grecia y Japón

El cuadro colombiano aseguró el primer lugar del grupo C en el Mundial con el empate a ceros entre griegos y japoneses
jue 19 junio 2014 05:49 PM

Con un hombre más en la cancha, Japón tuvo la oportunidad dar la estocada mortal a Grecia, pero el cuadro asiático fue incapaz de marcar el gol y sólo pudo sacar un empate que envió a Colombia a los octavos de final.

Los japoneses controlaron por completo el primer tiempo, lo único que les faltó fueron remates certeros. Lo intentó Okubo hasta en tres ocasiones y Honda, a balón parado, pero no encontraron la forma de superar al arquero Orestis Karnezis.

Grecia, además, tuvo que luchar contra el infortunio. Se quedó sin su mejor atacante, Mitroglu en el minuto 35, y poco después sin otra de las referencias de su juego, Katsouranis, que se ganó dos tarjetas en once minutos y salió del campo en el 42. 

Con uno menos, la selección de Fernando Santos no se acercó a la meta de Karnezis más que con un disparo de Pangiotis Kone al que respondió bien Eiji Kawashima, al comienzo del segundo tiempo.

El resto fue un quiero y no puedo nipón. Un reguero de claras ocasiones falladas por Okubo, Honda o Uchida, un tratado de impotencia para alegría de los griegos, que aún siguen vivos y, sobre todo, de Colombia, que no precisa del tercer partido para estar en octavos.

El resultado deja a Colombia en la primera posición del grupo C, seguido de Costa de Marfil con una victoria, y en el fondo, Japón y Grecia por diferencia de goles. El martes 24, Japón jugará contra Colombia y Grecia frente a Costa de Marfil.

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Colombia, el tercer clasificado a octavos

Colombia enlazó este jueves por primera vez en su historia dos triunfos seguidos en un Mundial al derrotar por 2-1 a Costa de Marfil en Brasilia y quedó en inmejorables condiciones para avanzar a los octavos de final.

El ahora líder del grupo C, con seis puntos, se impuso en un vibrante encuentro con tantos de James Rodríguez, que llega a dos, y el novato Juan Quintero, quien revolucionó el partido desde su ingreso poco después de comenzar el segundo tiempo.

El 2-1 además de histórico resulta significativo pues con el mismo resultado el hoy seleccionador de los Cafeteros derrotó en el Mundial de Alemania 2006 a los Elefantes cuando ocupaba el banco de Argentina.

Colombia resolvió en apenas seis minutos, en el 64 y el 70. Y Gervinho descontó en el 74 gracias a una genialidad.

Los Elefantes insinuaron muy temprano su disposición a llevar un ritmo cansino en el juego y apostar por el error ajeno en tanto que los colombianos, empujados por la ambición de James Rodríguez, pisaron el acelerador y buscaron espacios, especialmente desde el centro del campo al carril derecho, donde Juan Guillermo Cuadrado se exhibió como socio ideal. 

Un error en la salida a partir del guardameta David Ospina alteró la placidez en que se encontraba la defensa colombiana pero el remate a distancia de Wilfried Bonny acabó de nuevo manso en sus manos.

Para el segundo tiempo, José Pekerman puso más carne en el asador. Juan Fernando Quintero, el creativo del Porto, tomó el puesto de Víctor Ibarbo, quien hasta entonces había mostrado más preocupación de cerrar el paso del carril derecho de los marfileños.

Quintero revolucionó el encuentro.

Se adueñó del esférico, abrió espacios, inspiró la salida desde el callejón izquierdo de Pablo Armero y los Elefantes retrocedieron.

Cuadrado se dio el lujo de reventar el balón contra el horizontal desde un ángulo imposible tras romper la cintura de su custodio en una baldosa. 

Previendo lo peor, pues sus pupilos se quedaban sin gas, Yaya Touré parecía arrastrarse en la mitad, y en el frente Gervinho sufría para liberarse de la marca implacable de Mario Yepes y Zapata, Lamouchi envió a los 60 minutos a la cancha a Didier Drogba. 

La clientela del estadio Mané Garrincha se levantó para verlo, nadie resultó indiferente. 

Pero cuatro minutos después, Drogba fue superado en el saldo por James Rodríguez, quien de cabeza puso adelante a Colombia. 

El estadio brasileño, que podría ser el Metropolitano de Barranqulla, donde los colombianos sellaron su clasificación a este Mundial después de una ausencia de 16 años, parecía venirse abajo por la euforia desbordada de los hinchas de camisetas amarillas.

Los Elefantes salieron de su encierro en estampida y, entre los resquicios, tejieron un contragolpe. James Rodríguez dejó a Quintero, su sucesor en el Oporto, y el joven talento de 21 años definió a lo grande a la salida de Boubacar. 

La fiesta se desató pero Gervinho sacó de la manga un as que nadie esperaba: por la izquierda dejó en el camino a tres rivales antes de romper la resistencia de Ospina con un potente remate a su primer palo. El reloj marcaba 72 minutos 

El partido se abrió, nadie reservó nada en el tanque. Yepes, en su centésimo partido con la selección colombia se jugó su integridad a cada cruce con Droga, Gervinho y Bolly.

Y Quintero regaló una más de sus genialidades al sacar desde la distancia un remate en parábola que por poco sorprende al guardameta marfileño.

Con información de EFE

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