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El Maratón de Medoc de Francia: corre, baila y toma el vino que puedas

En esta singular competencia, los participantes corren la distancia de un maratón, pero hacen paradas para beber vino local y bailar
vie 29 agosto 2014 04:28 PM
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Ya había corrido medio maratón cuando la siguiente mesa de refrescamiento comenzó a verse.

Con sed y necesitando energía para los próximos 21 kilómetros, me abrí paso a codazos de las multitudes de corredores y tomé mi bebida favorita.

Una copa de vino tinto rico e intenso.

Así es cómo sucede en el Maratón de Medoc, un festival anual de vino y para correr cerca de Bordeaux, Francia, en el que los competidores se esfuerzan por completar 42.2 kilómetros y por tomar la mayor cantidad de copas del vino local.

Ahora en su trigésima edición, la competencia es una especie de leyenda para los corredores de maratón.

El año pasado estuve entre los 3,300 corredores de 53 naciones diferentes; Japón, Canadá, Australia, que se unen a los 5,200 competidores de Francia.

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Por supuesto, hay carreras prestigiosas en Londres, Nueva York y Chicago, pero el elemento gustativo no está. Incluso el maratón de París no logra ofrecer mucho más que plátanos y agua.

En su lugar, este maratón pasa por viñedos en la región Medoc, comenzando en la ciudad de Paulliac, donde se producen algunos de los mejores vinos de Bordeaux.

La competencia tiene un tiempo límite de seis horas y 30 minutos y es apodada como “el mayor maratón del mundo” con poca exageración.

En 2013, solo aproximadamente 1,100 corredores terminaron con un tiempo por debajo de cuatro horas y 30 minutos; los otros 7,400 no tuvieron prisa, si es que lo terminaron.

Trajes peludos de cuerpo completo

Para comparar, el maratón de París de 2013 tenía una velocidad promedio de cuatro horas y 10 minutos. Como si no fuera suficiente que todos bebiéramos, el maratón es temático cada año, con casi cada participante vestido con disfraces.

El tema del año pasado, “ciencia ficción”, vio a corredores vestidos como alienígenas, personajes de Avatar y algunos Chewbaccas valientes en trajes peludos de cuerpo completo.

Para la carrera de este año, el 13 de septiembre de 2014, se espera que 10,000 competidores se disfracen para el tema de “Carnaval en todo el mundo”.

Cada vez más popular, los lugares son difíciles de conseguir y muchos participantes compiten para ganar premios de... sí, vino.

Aunque el Medoc no ha recurrido a operar los sistemas de inscripción por lotería recientemente adoptados por los maratones de Chicago y París, los competidores ahora enfrentan a una lucha en línea por inscribirse durante varias oleadas de registro programadas por los organizadores.

Con más corredores de los que esperábamos, los habitantes de Paulliac se preparan para el evento de 2014. Los organizadores también se preparan, al alistar más cuidado médico y paradas para tomar agua que los maratones normales, esto para ayudar a que los corredores superen el estrés y tensiones de beber mientras recorren una larga distancia.

Mientras tanto, los competidores probablemente hacen entrenamientos de última hora; caminatas por la mañana y noches extensas en sus bares locales.

La polaca Hanna Gierzynska-Zalewska, una conocedora del Maratón Medoc, correrá por tercera vez este año.

"Hay personas de todo el mundo que corren este maratón pero de alguna forma en esa carrera todos hablamos el mismo idioma”, dice, “y no solo es el vino hablando”.

El maratonista Tarun Kumar, de 42 años y de Mumbai, India, espera que la carrera regrese diversión a los maratones, pero duda sobre los refrescos únicos.

"Será difícil resistirse al vino y a la comida en el transcurso y no tengo idea de cómo reaccionará mi cuerpo”, dice.

Descanso para bailar

De regreso en el trayecto durante mi intento, al trotar de castillo a castillo por los viñedos, la mayoría de los otros maratonistas se hidrataban como yo, al probar las mercancías de cada propiedad.

No es de todos los días que la familia Rothschild abra su castillo a miles de corredores sudorosos, pero aquí estábamos, estirando las pantorrillas con las copas en la mano.

La sensación eufórica del corredor se mezcla con una ligera embriaguez y aproximadamente a los 35.4 kilómetros estaba lo que parecía ser un descanso obligatorio de baile mientras nos acercábamos a la recta final.

En un poco de dolor pero dispuestos a competir en los últimos kilómetros, consumimos trozos de carne, helado y ostras con vino blanco (nunca vino tinto con ostras; no somos animales).

Con mi estómago lleno y mi mente ligeramente a la deriva, crucé la meta con el resto del grupo, listo para estirarnos y tomar una siesta.

Mi tiempo de seis horas y nueve minutos no iba a romper ningún récord, pero disfruté mucho cada copa de vino ofrecida en el camino.

No era el único.

Amy Carlson viajó desde Minnesota, Estados Unidos, para correr el maratón en 2013; su primero a pesar de que no le gusta correr.

Se puso un traje de vaquero espacial, completo con una antena saliendo de un sombrero de vaquero y pintura corporal plateada para la carrera.

"Vi otros maratones donde amigos corren y todos se ven tan miserables, viendo sus relojes”, dijo Carlson.

"Este evento fue una fiesta alegre de 42.1 kilómetros”.

Maratón de Medoc , 13 de septiembre de 2014; 5, Rue Etienne Dieuzede, Pauillac; +33 5 56 59 17 20

Bryan Pirolli es un periodista freelance que vive en París, Francia.

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