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Hijo de narco crea ropa polémica

En países como México se pueden comprar prendas con la imagen del finado colombiano Pablo Escobar; familiares de las víctimas del capo cuestionan la nueva empresa del hijo.
sáb 18 agosto 2012 01:31 PM
La ropa se fabrica en Colombia, pero no se vende en el país, asegura Sebastián Marroquín (foto). (Foto: AP)
hijopablo (Foto: AP)

La imagen del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar ya no sólo está en televisión y álbumes coleccionables. Ahora aparece estampada en camisetas de transeúntes por las calles de Estados Unidos, México, España y Austria, asegura su hijo, creador de la línea de ropa a la que pertenecen las prendas. La idea de vender la imagen de Escobar en camisetas y pantalones fue de Juan Pablo, de 35 años y quien desde hace casi 20 vive en Argentina.

Juan Pablo adquirió legalmente el nombre de Sebastián Marroquín para evitar una relación inmediata con el mundo de la mafia tras salir de Colombia en diciembre de 1994, según ha contado.

La particular idea de la colección de ropa surgió hace cinco o seis años y las primeras prendas de vestir salieron al mercado entre mayo y junio, explica Marroquín.

Familiares de víctimas de Escobar, quien fue finalmente abatido por la policía colombiana en diciembre de 1993, dicen que aunque el hijo tiene derecho a ganarse la vida legalmente, no era correcto explotar la imagen de un delincuente.

"El hijo de Pablo Escobar es un ciudadano que tiene sus derechos y tiene la posibilidad de realizar las actividades comerciales que desee", opina el ex ministro de Justicia, Carlos Medellín Becerra, cuyo padre, Carlos Medellín Forero, fue uno de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia muertos tras el asalto en noviembre de 1985 al Palacio de Justicia por una guerrilla ya pacificada, un acto que una comisión de la verdad dijo fue financiado por Escobar.

Entre las imágenes que aparecen estampadas en las prendas de vestir como las camisetas, figuran fotos de la cédula de ciudadanía del capo, sus tarjetas de crédito, su certificado judicial expedido por la desaparecida policía secreta o el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la credencial del colegio donde estudió el bachillerato y un permiso del Congreso que, hacia 1982, le permitía estacionar en cualquier sitio dada su calidad de legislador, narra su hijo.

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Los precios de las 10,000 camisetas que se han hecho en la primera tanda oscilan entre los 65 y los 95 dólares cada una, explica Marroquín.

Aparte de Estados Unidos, México, España y Austria, los fabricantes han recibido propuestas de tiendas de Italia, Israel, Rusia y Japón, afirma.

También se han hecho unos 2,000 pantalones con un valor similar al de las camisetas, asegura.

El hijo de Escobar dice estar consciente de que su idea "roza con lo paradójico" toda vez que él reconoce que la imagen de su padre es muy fuerte y es sinónimo de violencia.

Por eso, argumenta, su objetivo "es enviar un mensaje de paz y de reflexión sobe su historia personal... No para invitar a que sea un modelo a seguir sino todo lo contrario: que sea un modelo a no repetirse".

La empresa y la marca de la ropa se llama "Escobar-Henao", el apellido paterno y materno que originalmente tenía Juan Pablo.

La ropa se produce en una fábrica de la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia a 250 kilómetros de la capital colombiana, precisamente donde Escobar fue abatido por la fuerza pública y donde reinó en sus años de mayor poderío.

Marroquín sostiene que escogió la ciudad de Medellín, entre otras cosas, para apoyar la industria nacional, para generar empleo y para tratar de disminuir la violencia que su padre durante más de una década sembró en sus calles.

La ropa, sin embargo, no se vende ni se venderá en Colombia por respeto a las víctimas del accionar criminal de Escobar, precisa.

Detalla que parte de las ganancias que obtiene la firma "Escobar Henao", cuya cuantía no detalló, son invertidas para ayudar a familias en Medellín.

"Yo aún no puedo decir que (el de la ropa) sea un negocio lucrativo porque apenas está empezando", sostiene.

Dice que de la multimillonaria fortuna que tuvo su padre, tanto él como a su madre, Maria Valeria Henao, y a su hermana Manuela no les quedó nada: "Lo único que (nos) queda de Pablo Escobar es el ADN".

Aunque en la prensa han surgido dudas sobre su patrimonio, recuerda que la Corte Suprema de Justicia de Argentina, tras un proceso de siete años en distintos juzgados, le absolvió en 2006 de cargos por lavado de activos y no tiene procesos pendientes en Colombia.

Manifiesta que él mismo financió la colección de ropa junto a otros empresarios, que evita mencionar.

La primera colección de ropa se llama "Poder-Poder" y en uno de sus eslogan "cuestiona para qué es el poder y para qué lo queremos", en alusión al enorme poder que tuvo Escobar gracias a la fortuna que amasó por haber sido el narco más grande y temido del mundo de su época en los años 80 e inicios de los 90.

Marroquín afirma que como hijo tiene "derecho a explotar la imagen" de su padre, a diferencia de otras personas que, asegura, han lucrado con la vida del capo a través de distintos libros y series de televisión, como la más reciente del canal colombiano Caracol, estrenada en mayo, y ya transmitida desde julio en Estados Unidos a través de la cadena Telemundo.

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