Una nueva mafia eclipsa a la siciliana
Hace una década, cuando la mafia siciliana sucumbía ante una feroz campaña policial, otra organización delictiva que operaba desde las escarpadas montañas de Calabria comenzó a eclipsar a la Cosa Nostra.
Los cuerpos acribillados de seis italianos asesinados cuando cenaban en una pizzería de Alemania sacaron a la luz pública algo que las autoridades italianas ya sabían: la nueva mafia, conocida como ''ndrangheta'', tenía un alcance internacional.
La organización, basada en una de las regiones más atrasadas de Italia, se limitó durante un tiempo a intimidar a comerciantes de los pueblos vecinos y efectuar secuestros para pedir rescates. Estaba compuesta por grupos familiares tan leales entre sí que criaban a sus hijos para que se sumasen a las actividades delictivas.
Hoy es una de las bandas más activas en el floreciente tráfico de cocaína en Europa.
Las autoridades estiman que sus operaciones, que incluyen préstamos usureros, extorsiones y tráfico de armas, generan unos 50.000 millones de dólares al año. Buena parte de ese dinero es lavado a través de negocios legítimos como hoteles, supermercados y pizzerías en toda Europa.
La estructura horizontal de las familias de la ''ndrangheta'', reforzada por los casamientos entre miembros de esas familias, ha resultado casi impenetrable, según el fiscal calabrés Nicola Gratteri, quien investiga esta organización desde hace 20 años.
Gratteri dirige la investigación de la matanza de seis italianos frente al restaurante Da Bruno de Duisburgo, Alemania, que aparentemente estuvo relacionada con una vieja disputa entre bandas de la pequeña localidad de San Luca por el control del tráfico de cocaína.
El gobierno presentó este mes un informe sobre el incidente en el que dice que la organización calabresa era una fuerza dominante en el sur de Italia.
Agrega que tiene una ''presencia considerable'' en Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, los Balcanes, Europa oriental y Sudamérica, ''gracias a relaciones consolidadas con productores y traficantes de cocaína''.
En redadas realizadas en mayo fueron hallados 250 kilos de cocaína, que según los investigadores era traída por la ''ndrangheta'' desde Sudamérica a través de Senegal.
Gratteri dijo que la ''ndrangheta'' invierte muy poco en el sur de Italia y que prefiere realizar sus operaciones de lavado de dinero en el norte y en Europa oriental.
''Luego de la caída del Muro de Berlín, fueron allí (a Alemania oriental) y compraron propiedades baratas que tenían prestigio histórico o arquitectónico'', señaló Gratteri en una entrevista telefónica.
Seguidamente, crearon una red de pizzerías, restaurantes y hoteles para el lavado de dinero.
''Los alemanes tienen que comprender que donde hay una pizzería, está la mafia'', afirmó Giorgio Basile, un mafioso que comenzó a cantar luego de ser detenido en una estación de trenes de Baviera en 1998.
La ''ndrangheta'' usó el dinero obtenido mediante secuestros en la década de 1980 para comprar heroína en Turquía y el Líbano. En los años 90 optó por la cocaína, cuyos precios subieron enormemente. Ahora tiene un virtual monopolio del negocio de la cocaína en Europa, de acuerdo con Gratteri.
La ''ndrangheta'' tiene agentes políglotas en el norte de Europa y en Bogotá, donde ''compran cocaína como si comprasen acciones, consiguiendo siempre los mejores precios'', manifestó Gratteri.
El centro de poder de la ''ndrangheta'' se encuentra en un área de 15 kilómetros cuadrados de las montañas de Aspromonte. Pero familiares de los mafiosos emigraron a Canadá, Estados Unidos, Sudamérica y Australia y ofrecen apoyo desde allí.
La ''ndrangheta'' hizo su irrupción coincidiendo con el declive de la Cosa Nostra como consecuencia de una intensa campaña represiva de las autoridades.
En los años 90, más de mil integrantes de la Cosa Nostra se habían convertido en delatores y cooperaban con las autoridades. Pero apenas 40 elementos de la ''ndrangheta'' cantaron, según Gratteri.
Los miembros de la ''ndrangheta'' son muy disciplinados, al punto de que los jefes son quienes deciden quién bailará con quién en una fiesta. Los castigos son expeditivos y los dispone un ''ministro de defensa'', cuyas decisiones son inapelables.
Los castigos por faltas menores incluyen ponerle a uno la cabeza en un inodoro y soltar el agua u orinarle a uno en una pierna. Faltas más graves pueden generar condenas a muerte, mediante un disparo.
Las autoridades sospechan que uno de los individuos asesinados en Duisburgo fue uno de los matones que mataron en la Navidad del 2006 a Maria Strangio, esposa de un capo mafioso en San Luca. El blanco era probablemente su marido.
Los conflictos entre mafiosos en San Luca se tornaron sangrientos en 1991, cuando dos individuos enmascarados entraron al bar de un mafioso rival y comenzaron a tirar huevos durante una fiesta de carnaval. Ambos fueron muertos a tiros ese mismo día.
El incidente de los huevos, dijo Gratteri, ''fue una muestra de las tensiones subyacentes desde hacía años'' en ese pueblo de 4,000 habitantes.
La disputa ha causado 15 muertes, incluidas las seis de Alemania.
