Difícil acceder a la ayuda hipotecaria
Los propietarios de hipotecas de alto riesgo que deseen información para refinanciarlas tendrán que pasar horas al teléfono para averiguar la posibilidad de congelar sus tasas de interés.
Minutos después que el presidente George W. Bush describió un plan para los que no puede pagar sus hipotecas, los que llamaron a un número de información gratuito tuvieron que esperar largo tiempo a fin de hablar con un especialista financiero.
Y lo que es peor, una vez que lograron hablar con alguien tras marcar el número 1-888-995-HOPE, fueron informados que tendrían que superar muchos obstáculos antes de obtener la congelación de su tasa de interés por cinco años. Esa medida es fundamental para paliar la situación de muchas personas con hipotecas basura, ofrecidas a clientes con un pobre historial crediticio o ingresos insuficientes para pagar los plazos de la vivienda en cuanto aumentan los intereses.
Incluso Bush reconoció que el plan ''no es una solución perfecta''. El secretario del Tesoro Henry Paulson dijo que no es ''un remedio mágico''.
Solamente una fracción de los propietarios que encaran un aumento sustancial en el pago de sus hipotecas será beneficiada por el plan, negociado por la Casa Blanca, para congelar por cinco años la baja tasa inicial en sus hipotecas de alto riesgo. Tras esos cinco años, podrían encontrarse en la misma posición.
Empero, el plan de la Casa Blanca no obliga a las empresas hipotecarias a congelar esas tasas y la adopción de la medida es voluntaria.
Bush promovió el viernes la iniciativa por segundo día consecutivo, y utilizó su alocución radial semanal para ensalzarla como ''un ejemplo de la colaboración entre el gobierno y el sector privado para encarar voluntariamente un desafío nacional, sin subvenciones de los contribuyentes o mandatos gubernamentales''.
