Inconvenientes en plan transfronterizo
Ante la indefinición sobre la entrada en vigor del Proyecto Demostrativo de Apertura al Transporte Transfronterizo, agremiados a la Conatram opinaron que su aplicación implicaría afectaciones para el sector en México.
En un documento, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) detalla las opiniones de sus afiliados, quienes consideran que México no está preparado en materia de infraestructura, leyes y capital humano para garantizar el éxito de la apertura del sector.
Advierten la posibilidad de que algunas firmas lleven sus inversiones a Estados Unidos, con las garantías y los financiamientos que se otorgan en ese país, mientras que del lado mexicano hay una evidente falta de infraestructura.
Explican que no hay suficientes carriles ni módulos de revisión, mientras que las largas filas y revisiones exhaustivas del lado estadounidense aún son parte del caos cotidiano.
En tanto, añaden, de regreso los transfers sólo esperan cargar sus camiones, porque ya no hay revisiones minuciosas ni filas que esperar.
Los transportistas afirman que no ayuda mucho contar con las certificaciones FAST y C-TPAT, así como los trámites previos para cruzar la frontera, porque siempre está latente el riesgo de ser infraccionados con pretextos como la falta de sábanas en la cama de la cabina del tractocamión.
El objetivo, sostienen, es multar a los transportistas y crearles los antecedentes suficientes para tratar de revocarles los permisos del Free an Secure Trade Program (FAST) y del Customs-Trade Partnership Agains Terrorism (C-TPAT) y demostrar que el transporte mexicano no es seguro para transitar por sus carreteras.
En cambio, cuando un transportista estadounidense entra a México, nuestras autoridades no le exigen ningún documento de identificación, abundan.
