A revisión sistema bancario en GB
El organismo regulador financiero de Gran Bretaña dijo el día de hoy que se deberá revisar el actual sistema británico de garantías de depósitos bancarios a la luz de las turbulencias que sufrió Northern Rock, cuyas sucursales enfrentan filas de miles de ahorristas.
La actual red de seguridad para los clientes de los bancos y las aseguradoras de Gran Bretaña, financiada por el sector, es el Esquema de Compensación de Servicios Financieros, (FSCS por sus siglas en inglés).
Pero hay límites para las sumas que puede garantizar, lo que significa que por encima de cierto nivel, los clientes podrían no recuperar todos sus ahorros.
El lunes, el Gobierno británico tomó la medida sin precedentes de garantizar todos los depósitos de Northern Rock.
En declaraciones después de esa decisión, el responsable de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus siglas en inglés) dijo que la compensación limitada ofrecida en parte podría ser la culpable del retiro masivo de fondos de las sucursales de Northern Rock en toda Gran Bretaña.
"Claramente, el caso es que el esquema existente respaldado por el sector sí tiene limitaciones, especialmente con respecto a los depósitos grandes," dijo el presidente ejecutivo Hector Sants a la radio de la BBC.
"Parece razonable concluir que eso podría haber sido un factor que contribuyó a la pérdida de confianza vista entre los depositantes de Northern Rock," agregó.
También dijo que "sería correcto" revisar el sistema actual.
Bajo el esquema FSCS, los clientes reciben el 100% de las primeras 2,000 libras esterlinas (unos 4,000 dólares) depositadas y el 90% de las siguientes 33,000 libras. Arriba de esa cifra, la compensación no tiene garantía.
Eso contrasta por ejemplo con Estados Unidos, donde las reglas de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC por sus siglas en inglés) garantizan los primeros 100,000 dólares.
La FDIC, establecida después de las fugas de depósitos de la Gran Depresión, hace disponible los ahorros asegurados a los clientes de un banco quebrado en un plazo de pocos días, en contraste con Gran Bretaña, donde hay que esperar meses.
