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La recesión en EU, la peor en 20 años

Expertos en el tema indican que la caída en la economía superará las recesiones de 1990 y 2001; deuda del consumidor, inflación, energía y vivienda son algunas palabras que indican una recesi
jue 07 febrero 2008 06:00 AM
Los expertos consideran que la Reserva Federal se verá oblig

Las probabilidades de que Estados Unidos pueda evitar una recesión parecen esfumarse cada día, y cualquier contracción de la economía podría ser más duradera y severa que otros declives económicos en los últimos 20 años.

Informes recientes han mostrado que la caída del mercado estadounidense de la vivienda y las crecientes tasas de incumplimiento de pagos hipotecarios están ahora cobrando su cuota al crecimiento del empleo y a los sectores manufacturero y de servicios.

Pero la fuerte deuda del consumidor, un creciente déficit presupuestario federal y las alzas en los precios podrían hacer que una recesión ahora sea la peor que han experimentado los estadounidenses en las últimas dos décadas.

"Si entramos en recesión, va a ser más severa y duradera que la última", dijo Jeffrey Frankel, un profesor de Harvard y miembro del panel del sector privado que registra fechas de las recesiones estadounidenses.

Las últimas dos recesiones de Estados Unidos, en 1990-1991 y en el 2001, duraron cada una apenas ocho meses.

Pero las dos caídas de la economía que terminaron en 1975 y 1982, cuando las condiciones económicas mostraban algunas similitudes con lo que sucede hoy, se extendieron por 16 meses.

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Esto las convirtió en las recesiones más largas desde la Gran Depresión de los años 30, según la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER por sus siglas en inglés), el árbitro aceptado de las recesiones estadounidenses.

La economía estadounidense entró en recesión en 1975 y 1982 de la mano de amplios déficit presupuestarios del Gobierno por gastos en programas sociales y la Guerra de Vietnam, mientras sufría una inflación de dos dígitos en los precios al consumidor.

Frankel dijo que miembros del panel que fechan los ciclos de negocios de NBER han estado en contacto entre ellos mediante mensajes electrónicos ante las perspectivas de una recesión, pero que podría tomar meses o incluso más de un año, para que el panel determine si la economía se ha contraído.

Incluso con los últimos datos que muestran una pérdida en los empleos en enero y la mayor caída mensual que se registre en el índice de las actividades del sector servicios, Frankel piensa que una recesión aún no está a la vuelta de la esquina. "Mi descripción es que tambaleamos en el borde", dijo.

¿Funcionarían las herramientas?

Algunos economistas advierten en contra de contar con el gasto del Gobierno y tasas de interés bajas, las herramientas comúnmente usadas en la batalla contra la recesión, porque el déficit fiscal ya es enorme y la inflación en los precios al consumidor subió a sus niveles más altos en 17 años en el 2007.

"Hasta ahora, la Reserva Federal ha tenido mucha suerte", dijo Eugenio Aleman, economista senior en Wells Fargo en Minneapolis, aunque piensa que la inflación atará las manos de la Fed.

"La Reserva Federal será presionada a subir las tasas de interés y entonces entraremos a una verdadera recesión, una recesión más profunda de lo que estamos esperando hoy", dijo.

El factor principal para mantener el avance de la inflación general han sido los altos costos de la energía, el mayor impulsor individual de la inflación en el último año. Los precios del petróleo alcanzaron la cifra récord de 100 dólares el barril el mes pasado.

"Me haría más feliz ver que tengamos una pausa real en los precios del petróleo, lo cual no está sucediendo, y eso es un poco desconcertante", dijo Bernard Baumohl, director gerente del grupo The Economic Outlook Group en Princeton Junction, Nueva Jersey.

Mientras que el banco central ha dicho que espera que la inflación se modere, hay señales de que los altos costos de la energía han comenzando a filtrarse más ampliamente hacia los precios.

El Gobierno dijo la semana pasada que la medida favorita de inflación de la Reserva Federal, el índice subyacente de precios en consumo personal, excluyendo alimentos y energía, subió un 2.2% el año pasado, por encima del techo del 2.0% visto como el máximo de la "zona de tolerancia" para el índice.

Al mismo tiempo, el presupuesto del Gobierno se aleja más del equilibrio. El lunes, el presidente George W. Bush difundió el plan de presupuesto que ampliaría el déficit estadounidense a 410,000 millones de dólares en el actual año fiscal y a 407,000 millones en el año fiscal 2009, no lejos del récord alcanzado en el año fiscal 2004.

La última vez que la economía cayó en recesión, en el 2001, hubo un superávit presupuestario, lo que suministró una oportunidad extra al gasto del Gobierno para impulsar el crecimiento de la economía.

Además, los consumidores no habían contraído tanta deuda y el crédito era más asequible.

El gasto del consumidor representa cerca de dos tercios del total de la demanda agregada de Estados Unidos y en el 2007 el gasto del consumidor creció al ritmo más lento desde el 2003.

"Mi gran preocupación ahora mismo es el consumidor. El consumidor está altamente endeudado. Y cuando la economía se enfrenta a un endurecimiento del crédito en un escenario altamente endeudado, entonces habrá problemas", advirtió Aleman.

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