Argentina desafía a productores agrarios

El Gobierno argentino dijo el viernes que los productores agrarios que fueron a la huelga por un aumento en los impuestos a las exportaciones de granos sólo buscan acumular ganancias perjudicando al resto de la población, y que sus utilidades siguen siendo enormes.

Los productores lanzaron el jueves un paro de 48 horas para que el Gobierno revise las medidas, pero la respuesta oficial hasta el momento es que el nuevo esquema de impuestos móviles busca dar previsibilidad al sector.

"Me parece absolutamente desmedido todo lo que están haciendo (...) No puede ser que la oportunidad se convierta en un mecanismo de acumulación desmedida de ganancias por un contexto internacional que pretenden que paguemos todos", dijo a Radio América el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"La reacción es tan insólita. Si uno tiene en cuenta que la soja creció en el último año casi un 90% (...) La verdad lo que estamos haciendo es fijar un horizonte de proyección a las retenciones (impuestos) para que cada uno sepa lo que va a pasar en los próximos 4 años", agregó.

Cientos de productores cortaban el viernes carreteras en distintos puntos del país para mostrar su descontento, mientras que en el mayor mercado de granos argentino no se realizaba ninguna operación.

Argentina es el tercer mayor productor de soja y el mayor exportador mundial de aceites y harinas de la oleaginosa.

A los valores actuales, el nuevo sistema de impuestos móviles sube el gravamen sobre la soja y el girasol y reduce la carga sobre el maíz y el trigo.

Esos impuestos a las ventas externas de granos son uno de los pilares del modelo fiscal del país, que se benefició de los altos precios internacionales de las materias primas agrícolas que produce.

Los impuestos tienen la doble función de que el Estado capte parte de la renta extraordinaria del sector y contener los precios internos para evitar que alimenten una ya alta inflación.

Los productores aseguran que los tributos ahogan la actividad, aunque el Gobierno responde que el nuevo sistema retrotrae los valores que perciben los productores a los que se registraban en diciembre, cuando la soja ya estaba en sus máximos históricos.

Fernández también aseguró que el sector agrícola debería agradecer al Gobierno que mantenga el peso debilitado con compras de divisas para hacer más competitiva la producción, o que subsidie el valor del diésel para que no encarezca los costos de producción.