Servicios bancarios hasta en la tiendita

Antes de que termine este año quedará lista la reglamentación para que la banca comercial pueda tener corresponsalías que presenten servicios financieros desde las cajas de los supermercados, hasta los estanquillos, informó la Secretaría de Hacienda.

El borrador de la circular, que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) envió a las instituciones financieras la semana pasada para su discusión, pretende regular los servicios de outsourcing o corresponsalías.

Lo que buscan las autoridades reguladoras es que establecimientos, diferentes a las sucursales bancarias, puedan llevar a cabo operaciones financieras como depósitos y pagos con procedimientos de autentificación del cliente que vayan más allá de la simple solicitud de una identificación, que se establezcan mecanismos como huella digital y protocolos de comunicación con el banco para dar seguridad a las transacciones.

Se plantea que las operaciones en las corresponsalías sean por un monto máximo de 1,250 Udis (Unidades de Inversión) que actualmente equivalen a unos 4,997 pesos.

“Es un tema que se considera como un canal transaccional que facilita, que complementa el acceso a servicios bancarios, pero no es un sustituto de las sucursales”, dijo en entrevista Guillermo Zamarripa, titular de la Unidad de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda.

En otros países las corresponsalías aumentan el número de transacciones, no necesariamente los montos de operación, y se complementan con servicios bancarios a través de otros medios como telefonía celular.

Por ejemplo, en Kenia, las personas receptoras de remesas reciben un mensaje de texto en su teléfono móvil que les indica el monto del envío de dinero, el cual lo pueden cobrar en un puesto de periódicos o en una tienda de abarrotes.

Los nuevos bancos, principalmente originarios de cadenas comerciales como Wal-Mart o Coppel, han manifestado su interés por ofrecer servicios bancarios en las cajas registradoras de sus tiendas.

Otras instituciones como Banorte han abierto puntos de atención en las oficinas de Telecomm-Telégrafos, estas corresponsalías quedarán reguladas para otorgar mayor seguridad en las operaciones y acercar los servicios financieros a una mayor parte de la población.

Al cierre del año pasado los bancos en el país contaban con 9,458 sucursales, casi 20% más que en 2006, pero cifra menor a la de naciones como España, donde hay más de 15,000 sucursales y con menos de la mitad de la población que tiene México.

Competencia

Las autoridades hacendarias reconocieron que algunos servicios bancarios como el crédito en tarjeta mantienen bajos niveles de competencia, pero en otros servicios como el financiamiento para vivienda media y residencial se ha acortado la brecha entre instituciones.

A casi un año en que la Comisión Federal de Competencia criticara la concentración de servicios bancarios en comparación a otros países y el Banco de México censurara las altas comisiones, la Secretaría de Hacienda asegura que se han llevado a cabo medidas que permiten una mayor competencia en el sistema financiero.

“Dentro de todos los segmentos bancarios vemos unos con alta competencia, otros con competencia media alta, otros con competencia media baja y otros con poca competencia, pero en todos, el nivel de competencia ha ido aumentando”, dijo Zamarripa.

El funcionario aseguró que la mayor competencia se observa en la banca corporativa y tesorerías, mientras que en el crédito automotriz el abanico no solo comprende a la banca múltiple, sino a las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Solol).

En el crédito hipotecario, la pelea entre los bancos ha hecho que la diferencia en tasas de interés sea de alrededor de un punto porcentual y se basa más bien en el servicio o los descuentos por pago puntual a sus acreditados.

Destacó que la apertura de nuevas instituciones el año pasado abre un mayor abanico de opciones a los usuarios de servicios financieros, además de que se publicará en este trimestre el reglamento para la apertura de bancos de nicho, lo que impulsará a instituciones financieras como sofoles o cajas de ahorro a convertirse en bancos al reducir el capital mínimo para operar, al tiempo que serán reguladas como el resto de las instituciones de banca múltiple.