El crudo supera los 118 dólares
El petróleo marcó la mañana de este martes un récord mayor a 118 dólares el barril, apuntalado por el aumento que registró el mes pasado la demanda en China, el segundo consumidor mundial de energía, y los temores en torno a los suministros de los productores clave Rusia y Nigeria.
El crudo estadounidense avanzaba 40 centavos, a 117.88 dólares el barril, tras haber alcanzado previamente en un máximo histórico de 118.05.
En Londres, el crudo Brent subía 40 centavos, a 114.83 dólares.
El petróleo ha registrado una seria de máximos históricos en lo que va del mes, impulsado por la fuerte demanda en mercados emergentes, como China, que se ha topado con una estrechez de suministros en el largo plazo.
El debilitamiento del dólar también ha incidido al apuntalar los precios de las materias primas denominadas en esa divisa, como el crudo, y atraer flujos especulativos de los fondos de cobertura.
"Cada vez que el mercado marca un nuevo máximo, eso sugiere que la tendencia alcista está intacta, lo que a su vez provee un catalizador para que los fondos sigan comprando", dijo Tony Machacek de Bache Commodities Ltd.
La demanda petrolera de China trepó 8% en marzo contra el mismo mes del año previo, su mayor tasa en 19 meses, porque las refinerías elevaron sus importaciones de cara a las Olimpiadas.
Pero el alto costo de producir más crudo significa que el mercado continuaría luchando para mantener el ritmo de la creciente demanda de los países emergentes.
"Las noticias de que Rusia, el mayor productor no OPEP, producirá este año menos crudo que el anterior y de que la producción de Nigeria caería ante la falta de inversiones hace que la gente considere que los altos precios están justificados", precisó Bob Greer, vicepresidente ejecutivo del fondo PIMCO.
Las posiciones para entrega entre el 2010 y el 2016, por ejemplo, operan actualmente entre cerca de 106 y casi 108 dólares.
Los factores que seguirán apuntalando al crudo en el largo plazo son la escasa capacidad de producción adicional, el lento crecimiento del bombeo de los países que no integran la OPEP y la robusta demanda de economías emergentes. Los mismos más que compensarán el declive en el consumo de países industrializados.
