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Henry Paulson: el hombre más importante

El secretario del Tesoro de Estados Unidos ha sido el motor de todo lo sucedido en estos tiempo es también una figura difícil de catalogar desde el punto de vista ideológico en medio de la cr
mié 01 octubre 2008 06:00 AM
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Henry Paulson, secretario del Tesoro de EU, anunció la inter

Siempre se buscó que el Tesoro fuera el eje central del gobierno estadounidense. El primer nombramiento dentro del gabinete de George Washington fue el de su secretario del Tesoro. El edificio del Tesoro se conecta con la Casa Blanca a través de un túnel subterráneo.

Sin embargo, durante gran parte del mandato de George Bush, el Tesoro ha sido un lugar remoto.

Paul O’Neill no estuvo de acuerdo con la administración Bush en cuanto al eje central de su política económica –recorte de impuestos para impulsar el crecimiento-. Primero lo neutralizaron para después despedirlo. John Snow se pasó al otro extremo y funcionó como una especie de vendedor ambulante de medidas económicas que se elaboraban en la Casa Blanca. La gente importante de Washington eran los halcones de guerra, no los hombres encargados del dinero.

Hoy el Tesoro vuelve a ser un tema central del gobierno. Hank Paulson ha sido el motor de todo lo sucedido en estos tiempos, desde el paquete de estímulo por 168,000 millones de dólares hasta el último plan de rescate de Wall Street por 700,000 millones de dólares.

Paulson podría pasar a la historia como el hombre que salvó al capitalismo estadounidense o el hombre que manejó mal la peor crisis financiera desde la década del treinta. Pero ciertamente no va a pasar desapercibido.

Hay un dejo del viejo establishment estadounidense en torno a la figura de Paulson; un WASPS (White Anglo Saxon Protestants) bien educado, formado en la tradición de la Ivy League y con ideas cristianas. Su gran estatura se hace más imponente con su auto confianza de acero. Estudió inglés en Dartmouth, donde sobresalió en el campo de futbol americano, ganándose el apodo de "the hammer" (el martillo) por su implacabilidad.

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Pasó casi toda su carrera profesional trabajando para el importante banco de inversión de Wall Street Goldman Sachs.

Pero en realidad Paulson está lejos de ser parte del viejo establishment. Creció en una granja de  Barrington Hills, Illinois. Es un devoto miembro de la Iglesia de Cristo, Científico que no fuma ni bebe. En tiempos menos convulsionados, pasa los fines de semana en su casa de Illinois en vez de jugar al golf o codearse con la alta sociedad en los Hamptons.

Paulson desarrolló su carrera profesional en Goldman Sachs cuando la empresa se estaba convirtiendo en una meritocracia global. Lideró la introducción de la compañía al mercado asiático (ha realizado más de 70 visitas a China). Su punto fuerte en Goldman era, por sobre todas las cosas, el cierre de acuerdos. Pero también era un político de línea dura. En 1999 fue designado presidente de la junta de directores después de colaborar en un “golpe de estado” contra John Corzine.

A pesar de sus ambiciones globales, Goldman Sachs sigue estando en el centro del establishment estadounidense, enviando a sus empleados a cumplir con el servicio social mientras les llena los bolsillos con oro. Los tres antecesores de Paulson en el cargo de  director ejecutivo de Goldman,  Robert Rubin, Stephen Friedman y  Corzine, se dedicaron a la política: Rubin fue secretario del tesoro y Friedman director del Consejo Económico Nacional entre 2002-05. Corzine es actualmente el gobernador de Nueva Jersey. Paulson aceptó el cargo en el Tesoro después de un largo ¨cortejo¨ de otro ejecutivo de Goldman Sachs y secretario de presidencia de George Bush, Josh Bolten. Cuando entró al gobierno, Bolten se rodeó de un selecto grupo de discípulos de Goldman.

Paulson es también una figura difícil de catalogar desde el punto de vista ideológico en este momento de Washington. Es un Republicano de larga data que recabó fondos para la campaña de Bush en 2004. Pero es más un Republicano al estilo Rockefeller que un conservador al estilo sureño (por una extraña coincidencia, comparte su sobrenombre con el arquetipo del conservador del sur, Tom DeLay).

Quizás su mayor pasión fuera de su trabajo sea el medio ambiente. Es ex presidente de la junta directiva de Nature Conservancy, una organización que brindó todo su apoyo al protocolo de  Kyoto. Durante su gestión como director de Goldman, la institución se convirtió en la primera de Wall Street en  reconocer oficialmente que el calentamiento global es un problema causado por el hombre; también la empresa compró miles de acres de bosque en Chile durante su liderazgo. Paulson tiene planes de legar gran parte de su fortuna para causas ambientalistas.

Su falta de ideología ha quedado demostrada en el manejo de la crisis financiera. La derecha lo acusa de traicionar los principios del libre mercado.

La izquierda lo acusa de sacar de apuros a sus viejos amigos de Wall Street (¨dinero por basura)¨. Y de ambos lados se lo critica por su incoherencia al lanzar a Lehman Brothers a los lobos y al mismo tiempo rescatar a AIG.

Pero quizás lo último que necesita el mercado en estos momentos es alguien que totalmente apegado  a sus principios. Andrew Mellon, secretario del tesoro durante el Crac de 1929 y también ex banquero, era un ejemplo de coherencia, que predicaba la política de ¨liquidar, liquidar, liquidar", para "purgar la podredumbre del sistema ". Y con esto solo colaboró a que la economía se zambullera en la Gran Depresión. El pragmatismo de Paulson le ha dado la  flexibilidad de decidir a quién salvar y a quién no. También ha demostrado la misma flexibilidad al modificar su plan de rescate viendo la oposición que  enfrentó en  Capitol Hill: todavía no se sabe si ha demostrado lo suficiente como para lograr el acuerdo. Sus detractores dicen que alienó al Congreso al negarse inicialmente a admitir cualquier observación del plan, mientras que sus defensores dicen que esto fue solo el comienzo de la negociación.

Este pragmatismo también facilitará que se garantice un mínimo de continuidad en el diseño de políticas. La crisis actual ha llegado en un momento particularmente difícil del ciclo político. La elección de noviembre dejará a la administración Bush sin el poco poder que le queda, pero la nueva administración asumirá el poder recién en enero. Los dos candidatos deben explicar que harán para abordar este problema. Sería inteligente por parte de John McCain mantener a  Paulson en sus funciones (cuenta apenas con unos pocos talentosos esperando para asumir cargos). Barack Obama tiene mucha gente talentosa a su alrededor, como por ejemploTim Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, que ha trabajado muy cerca de Paulson, y Larry Summers, ex secretario del tesoro, que tiene mucha experiencia en crisis anteriores. Pero también debería considerar la posibilidad de encontrarle un cargo a Paulson, al menos por un tiempo.

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