Los derivados traen problemas a Francia

La caja de ahorros francesa Caisse d'Epargne anunció el viernes que perdió 600 millones de euros (810 millones de dólares) en la contratación de derivados en medio de las oscilaciones de los mercados bursátiles de la semana pasada, lo que obligó al Ministerio de Hacienda a ordenar una auditoría especial de todos los bancos del país. La Caisse dijo en una declaración que la pérdida ocurrió en la contratación bursátil de derivados por cuenta propia y se debió a la "extremada volatilidad del mercado" durante la semana del 6 de octubre.

El banco aclaró que la pérdida no afectará su solidez financiera porque cuenta con un capital superior a los 20,000 millones de euros (27,000 millones de dólares) y una gran liquidez.

El banco dijo que sancionó a los responsables de la pérdida y que notificó a las autoridades reguladoras. Varias llamadas efectuadas por The Associated Press para que la entidad proporcionara más detalles no fueron devueltas.

La ministra de Hacienda Christine Lagarde pidió al organismo regulador de la banca que investigue las operaciones bursátiles de la Caisse d'Epargne y que verifique que todos los bancos del país cumplen las normas de supervisión en sus operaciones, dijo el ministerio en una declaración.

Caisse d'Epargne y otra caja de ahorros francesa, Banque Populaire, anunciaron la semana pasada que se fusionarán. La entidad resultante será uno de los mayores grupos bancarios de Francia, con un total de 480,000 millones de euros (659,000 millones de dólares) en depósitos de cuentas de ahorro y más de 6 millones de clientes.

Las dos controlan ya conjuntamente el banco de inversiones Natixis, uno de los más afectados en Francia por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos. Recientemente se vio obligado a recaudar 3.700 millones de euros (5.000 millones de dólares) en capital fresco.