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Aumentan bancarrotas personales en EU

La crisis financiera ha deteriorado la capacidad de pago de los estadounidenses; este año las peticiones de bancarrota aumentaron 28% y se acercan a la cifra récord de 1 milló
mar 28 octubre 2008 06:00 AM
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El gobierno de EU trata de evitar la ejecución de hipotecas.

En medio de un escenario flanqueado por el colapso del sector inmobiliario y el crediticio, cada vez más y más estadounidenses se declaran en bancarrota.

Hace tres años, el Congreso de EU aprobó la Ley de Prevención del Abuso de Bancarrota, una reforma que aumentaba las restricciones para acogerse al Capítulo 7 de bancarrota mediante la aplicación de un “estudio de recursos económicos” que serviría para descalificar del proceso a cualquier deudor que percibiera ingresos elevados.

Esa ley del 2005 evitaría que se abusara del recurso de la bancarrota, descongestionaría los tribunales y educaría a los consumidores sobre el manejo de su dinero. Pero hoy su efecto ya no es visible, en cuanto las declaraciones de bancarrota van en aumento. 

Dicha ley también tuvo un resultado imprevisto: satisfacer los requisitos del estudio de medios económicos se convirtió en un proceso difícil, además se le pedía a los deudores que buscaran obligatoriamente asesoría crediticia y proporcionaran pruebas a su favor. Todos los trámites adicionales complicaron más el proceso, provocando que los abogados duplicaran los costos de sus servicios.

De acuerdo a los últimos datos de la Oficina Administrativa de las Cortes, entre junio del 2007 y junio del 2008 las cortes federales estadounidenses procesaron 934,009 declaraciones de bancarrota personal, esto es un 28% más de las solicitudes registradas en el mismo periodo del año anterior.

¿Cuál es la razón de este incremento? La creciente deuda de consumo aparejada con la crisis hipotecaria dejó a un gran número de personas anegadas en deudas y muchas de ellas recurrieron a la protección por bancarrota.

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Es posible que las declaraciones de bancarrota personal sigan incrementándose, dadas las altas tasas de interés y la desaceleración económica. “Calculo que en el 2008 las bancarrotas declaradas excederán los 1.2 millones” afirma el profesor Jack Williams del American Banking Institute. Y añade que podrían aumentar otro 15 o 20% si la inflación golpea fuerte.

Nuevas leyes, mismos problemas

Antes de que la ley del 2005 cobrara vigencia, cientos de personas con problemas económicos se apresuraron a declararse en bancarrota. Esta premura se debió a que la nueva ley hace más difícil el proceso de acogerse al Capítulo 7, donde las deudas se anulan y el deudor “empieza de cero.”

En una bancarrota bajo el Capítulo 7, tus activos -menos aquellos que estén exentos- son liquidados y entregados a tus acreedores, y muchas de tus deudas pendientes quedan canceladas. Como muchos deudores no poseen activos aptos para liquidación, las empresas emisoras de tarjetas de crédito y otras compañías prestamistas no pueden recuperar nada.

La ley del 2005 empujaba a muchos deudores a acogerse en su lugar al Capítulo 13, que les exigía que pagaran al menos parte de sus deudas en el lapso de 5 años. Esta ley fue una bendición para la industria de las tarjetas de crédito, que podía así recuperar pérdidas por impago de tarjeta.

Sin embargo, sólo eran obligados a acogerse al Capítulo 13 aquellos deudores con ingresos superiores a la media estatal y que también pudieran pagar el 25% de lo que se conoce como deuda ‘no asegurada’. Por lo que poca gente puede acogerse a esta vía.

Las declaraciones de bancarrota bajo el Capítulo 7 siguen siendo más numerosas que las presentadas bajo el Capítulo 13. Las del primer tipo registraron un aumento del 37% con respecto al año previo, mientras que las declaraciones bajo el Capítulo 13 reportaron un incremento del 17% para el mismo periodo.

Según los expertos el Capítulo 7 es con frecuencia la mejor opción para las personas asfixiadas por deudas insalvables. “Todo el valor que tiene la bancarrota personal radica en la cancelación de la deuda. Pero si solicitas acogerte a esta vía, tu crédito se va a la basura” explica Eric Tyson, autor del libro “Personal Finance for Dummies.”

Por otro lado, el único beneficio de acogerse al Capítulo 13 es, según Williams, la oportunidad de no perder tu casa. Siempre y cuando la hipotecaria esté dispuesta a trabajar contigo en un plan de pago.

Para aquellos que estén pensando en esta opción, los expertos advierten que declararse en bancarrota debería ser siempre el último recurso, pues perjudica tu crédito durante varios años. Antes de buscar asesoría, debes prestar atención a cualquier posible conflicto de interés que se presente en las agencias de consultoría crediticia o en los abogados especialistas que podrían beneficiarse de tu posición.

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