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La nueva cara del crédito en EU

Desde la caída de Lehman Brothers los mercados y las firmas han cambiado sus perspectivas de riesgo; aunque se nota cierta recuperación, muchos bancos cayeron y esperan ser rescatados.
sáb 12 septiembre 2009 09:32 AM
Las empresas tienen dificultades para conseguir financiamiento no sólo porque existen pocas opciones, sino porque no saben cómo hacerlo (Foto: Reuters)
dinero

A un año del colapso del banco de inversión Lehman Brothers, los mercados de crédito que estaban congelados se están recomponiendo, pero todo el proceso de endeudamiento es dramáticamente diferente. La caída de Lehman dejó atrapados a los operadores del mercado de dinero y a los fondos de cobertura en una espesa red de bancarrotas y también dejó en un limbo a las transacciones con derivados y a los acreedores de deuda corporativa.

El temor a más quiebras de bancos congeló los mercados de préstamos de corto plazo e interbancarios, obstruyendo el crédito y bloqueando el ducto del antes enorme mercado de valores respaldado por activos, que también se usaba para suministrar préstamos.

El nuevo panorama de crédito significa que el costo de capital para las corporaciones sigue más alto que en los años de esplendor antes de la crisis, pese a que las tasas de interés oficiales han bajado casi a cero.

El ajuste del crédito limita la capacidad de las compañías de gastar en nuevos negocios y limita el crecimiento futuro, en un momento en que el desempleo se ha disparado a máximos de 26 años.

Moody's Investors Service bajó el año pasado la calificación de 3.5 billones de dólares en deuda corporativa de Estados Unidos por el creciente temor sobre la capacidad de pago de las compañías, lo que reflejó el aumento del riesgo de los préstamos.

Para los inversores, consumidores y compañías, que van desde el conglomerado General Electric, que da empleo a 320,000 personas en el mundo, hasta Ball Corp., una compañía de empaques con 14,000 trabajadores, el panorama crediticio plantea nuevos desafíos.

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Ejecutivos como Scott Morrison, jefe de tesorería de Ball, ha debido gastar más tiempo fortaleciendo relaciones con los bancos, que tiene que diversificar su negocio para limitar el riesgo y ajustarse a menores ganancias.

Competencia con el Gobierno por el financiamiento

Los inversores evitaron los mercados de deuda corporativa debido al pánico de fines del 2008, pese a la solvencia de algunas compañías.

Un movimiento a la seguridad de los papeles del Tesoro de Estados Unidos llevó los rendimientos a cero e incluso menos en algunas ocasiones.

Así, los inversionistas prestaban su dinero gratuitamente al Gobierno de Estados Unidos para resguardarse, mientras las corporaciones luchaban para emitir nueva deuda o refinanciar sus bonos existentes.

Desde diciembre, sin embargo, los inversionistas han superado algunos de sus temores a las deudas más riesgosas y la emisión ha subido a niveles récord en un repunte meteórico.

Los inversionistas en bonos basura también se han visto beneficiados.

Las ganancias promedio de los bonos basura se dispararon un 40%, para encabezar el rendimiento entre las principales clases de activos en el último año.

El veterano administrador Dan Fuss, de Loomis Sayles, uno de los mayores administradores de dinero, dijo que la recesión estadounidense finalizó, pero que los desafíos continúan.

"Aún no salimos de esta cosa, pero la recuperación ya comenzó", dijo Fuss, mientras observa el puerto desde su oficina en Boston.

"El Titanic dejó de hundirse", concluyó.

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