España defiende alza de impuestos
El Gobierno español defendió este lunes su plan de subida de impuestos, a pesar de la recesión y las altas tasas de desempleo que golpean al país desde el año pasado, alegando que necesita aumentar sus ingresos para hacer frente al déficit que ha generado la multimillonaria inversión pública en programas fomento de la contratación y ayuda a los desempleados.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que elevar la presión fiscal en tiempos de crisis es un trago amargo para cualquier gobernante, pero afirmó que no quiere un país atenazado por la deuda.
"Hay que hacer las cosas cuando hay que hacerlas y pensando en el futuro", dijo Zapatero en una entrevista radiofónica en la Cadena Ser.
El ejecutivo aprobó el sábado pasado un borrador presupuestario que ahora debe ser debatido y aprobado en el Parlamento, donde Zapatero carece de mayoría absoluta y necesitará recabar los apoyos de los partidos minoritarios para sacar adelante el proyecto. No será fácil.
Entre otras cosas, la ley contempla el incremento del Impuesto de Valor Añadido (IVA) y la subida de la tributación de las rentas de capital, tales como dividendos bursátiles y fondos de inversión.
Además, se suprime la devolución de 400 euros (587 dólares) para todos los contribuyentes sólo un año después de su entrada en vigor.
Con todo el paquete de medidas, el Gobierno espera recaudar 11,000 millones de euros (16,000 millones de dólares).
De momento, Zapatero se ha topado con críticas en todos los frentes. Los sindicatos dijeron que serán las clases trabajadoras, y no las más ricas, las que carguen con la subida de impuestos.
Por su parte, el líder del conservador Partido Popular, Mariano Rajoy, acusó a Zapatero de firmar el certificado de defunción del consumo en España, estancado desde hace meses debido a la recesión.
Según Rajoy, la subida del IVA no contiene un elemento progresivo, ya que afecta a todas las personas por igual: estén o no estén desocupadas.
Sin embargo, Zapatero insistió en que existe progresividad en el plan. La tributación de las rentas de capital subirá del 18 al 19% a partir de los 6,000 euros (8,800 dólares), pero si los beneficios son superiores a esa cifra el incremento será del 21%.
El jefe del ejecutivo subrayó que aumentar la presión a las rentas del capital sólo repercute a la "gente con dinero y una riqueza notable". No obstante, los expertos calculan que el Gobierno sólo obtendrá con esta medida 800 millones de euros (1.173 millones de dólares) de los 11,000 millones de euros que espera recaudar.
La mayor parte del dinero vendrá de eliminar la devolución a los contribuyentes en su declaración de la renta y de la subida del IVA, que afectará a bienes que no sean de primera necesidad y a las facturas de sectores como el turismo y la hostelería.
El aumento del IVA entraría en vigencia en julio del año que viene, cuando el gobierno espera que la economía esté recuperándose.
De momento, la tasa de desempleo, situada en el 17.9%, es la más alta de la Unión Europea. Además, el presupuesto del pasado sábado prevé que la economía se contraiga un 3.6% a finales de año y un 0,3% en 2010.
Después de una década de sólido crecimiento, la economía española se encuentra en recesión, debido fundamentalmente a la crisis financiera internacional y al colapso del sector inmobiliario.
