Canasta básica, fuera del impuesto de 2%
Para que el nuevo impuesto al consumo sea aprobado en el Congreso de la Unión , el Ejecutivo federal tendría que modificar algunos planteamientos en su iniciativa, ya que será desechado como actualmente está pensado, coincidieron expertos fiscalistas. La denominada Contribución para el Combate a la Pobreza ha polarizado las opiniones en la Cámara de Diputados, órgano que revisa su viabilidad, mientras que en el exterior empresarios y expertos también han defendido o atacado su posible implementación en el país.
El impuesto gravaría con un 2% todas las ventas del país, prestación de servicios independientes, el otorgamiento del uso o goce temporal de bienes (arrendamiento) y la importación de bienes o servicios.
"El Gobierno mexicano tendría que considerar que la Contribución ampliara los conceptos exentos", dijo en entrevista el socio de Impuestos de la consultoría PricewaterhouseCoopers, Francisco Wilson.
Los conceptos que podrían exentar la Contribución serían los productos de la canasta básica, para no afectar el ingreso de los mexicanos, dijo Wilson.
"Si bien le pega en la contribución pero de todas maneras es importante la recaudación", dijo el experto.
Sin embargo, la Secretaría de Hacienda ha precisado que no cuenta con un plan B para evitar que los ingresos públicos caigan hasta en unos 300,000 millones de pesos, como se prevé suceda en 2010.
En caso de declarar el impuesto su hubiera un saldo a favor, puede ser acreditado contra él mismo, contra otros impuestos o solicitar su devolución.
La Secretaría de Hacienda estima recaudar unos 71.7 millones de pesos con este impuesto para el 2010, mismos que serán destinados a programas sociales para combatir la pobreza, de aprobarse en el Congreso.
Esta medida podría cambiar la percepción de los diputados, principalmente de la oposición proveniente del Partido de la Revolución Democrática y el Partido Revolucionario Institucional, este último primera minoría en la cámara baja.
"Se requiere que tengamos un esquema fiscal donde la recaudación se recargue en los impuestos indirectos, poco en los directos o nada o poco en los patrimoniales. Y no que se pretenda elevar la tasa del Impuesto Sobre la Renta del 28 al 30% como se presentó en la Ley de Ingresos", dijo por su parte el socio director de la Práctica de Impuestos de Ernst & Young, Carlos Cárdenas.
"Sin embargo, ni siquiera se ha instalado la Comisión de Hacienda que son los que tienen que revisar esto", dijo.
La Cámara de Diputados tiene hasta el último día de septiembre para nombrar los líderes de las diversas comisiones, entre ellas la de Hacienda, que es la que emite la opinión y cambios sobre la iniciativa federal.
Sin embargo, los expertos fiscalistas critican que la reforma fiscal recaiga en los mismos contribuyentes, mientras que poco más del 12% de la población económicamente activa se encuentre en la informalidad, evadiendo impuestos.
